Voluntarios de Parque de Cazorla, Segura y Las Villas mejoran en La Iruela el acceso al Eremitorio de la Magdalena

Actualizado: miércoles, 8 enero 2014 15:16

JAÉN, 8 Ene. (EUROPA PRESS) -

Miembros de la Red de Voluntariado Ambiental del Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas de Jaén, creada en octubre de 2011, han mejorado a lo largo de este pasado año 2013 el acceso al Eremitorio de la Magdalena, una antigua ermita de origen desconocido ubicada en el término jiennense de La Iruela sobre la que se especula que tiene ascendencia romana, y entre cuyas ruinas nace el arroyo de La Magdalena en una pequeña cueva tapizada de musgo.

Se trata, según ha señalado este miércoles la Junta de Andalucía en una nota, de una de las actuaciones desarrolladas por este colectivo a lo largo de 2013, durante el que estas personas han intervenido también en la Fuente de la Salud, situada junto a la carretera A-317, entre Hornos de Segura y Pontones, donde se han instalado unos tornajos de madera tras la limpieza y acondicionamiento del lugar, y se ha mejorado la captación de agua.

La delegada territorial de Agricultura y Medio Ambiente de la Junta en Jaén, Irene Sabalete, ha destacado la labor de este colectivo, que cuenta en la actualidad con más de 200 personas inscritas, al tiempo que ha recordado que "la participación de la ciudadanía en la conservación de la naturaleza es uno de los objetivos prioritarios que se estableció desde el inicio para el funcionamiento de la Red de Voluntariado".

Para ello, según ha añadido, "desde el Parque Natural se pone a disposición del grupo toda la infraestructura necesaria para el desarrollo de las actividades, como herramientas, permisos pertinentes, seguros, formación o dirección técnica".

Con una frecuencia aproximada de una actuación mensual, los voluntarios ambientales intervienen sobre elementos del patrimonio natural --"uno de los más ricos de España"--, pero también sobre la "riquísima" herencia etnológica y cultural de estas sierras, que, según ha resaltado Sabalete, están declaradas como Reserva de la Biosfera, "un distintivo amparado por la Unesco a través del programa mundial MAB-Hombre y Naturaleza".

Las intervenciones comprenden la conservación de entornos de "gran valor ecológico" --como las riberas de río Madera, donde crecen, entre otros, alguno de los helechos "más exclusivos" de Andalucía como 'equisetum palustre'--; la colaboración en las tareas de conservación que desarrolla la Fundación Gypaetus para la reintroducción del quebrantahuesos o los trabajos de restauración de antiguos elementos del patrimonio etnográfico, como los caminos de herradura, fuentes o las antiguas pegueras y mieleras, que "fueron utilizadas hasta hace no tanto tiempo y ayudaron a muchas generaciones de serranos a extraer los recursos que la naturaleza les ofrecía".

"Gracias a ellas --según ha apuntado la delegada de Agricultura-- fue posible la pervivencia de muchas familias y el mantenimiento de los recursos dentro de un equilibrio y respeto al que hoy denominamos desarrollo sostenible".