Anuncian la retirada de los restantes contenedores colectivos en Alfalfa, cuyos vecinos anuncian movilizaciones

La empresa municipal de limpieza de Sevilla (Lipasam) ha comenzado una campaña de buzoneo entre los vecinos del entorno de la Plaza de la Alfalfa para anunciar la inminente retirada de los restantes contenedores colectivos de basura de la zona y la obligatoriedad de uso de los contenedores individuales.

Ello, según expuso a Europa Press el vicepresidente segundo de la asociación vecinal 'Torre del Oro' y delegado de los asuntos de la Alfalfa, José Luis Villalobos, no es del agrado vecinal, ya que los residentes "no están dispuestos a admitirlo", razón por la que los moradores de la zona están dispuestos a retomar las movilizaciones "dentro de lo que la legalidad nos permita".

En este sentido, Villalobos recordó que "un contenedor individual ocupa un metro cuadrado, que en esta zona de la ciudad vale un millón de euros", y apostó por la implantación de otros sistemas de recogida de basura como los contenedores soterrados o el bolseo, "tal y como se hace en varias ciudades europeas".

De hecho, el dirigente vecinal indicó que, según ha podido constatar de manera personal, el Ayuntamiento "conculca la legalidad vigente", puesto que deja bolsas de basura en las puertas de sus dependencias municipales en la calle Pajaritos o en la Plaza de la Encarnación, "obviando los contenedores".

Hace varios meses, los vecinos del entorno acordaron en asamblea interponer un recurso de reposición ante el Ayuntamiento hispalense contra la actuación administrativa acometida, que actualmente se está ultimando. En la zona de La Alfalfa, según Villalobos, se ha constatado que la mayoría de la gente "no ha admitido" los contenedores individuales, por lo que las basuras se quedan en la vía pública.

VERTIDO INDISCRIMINADO DE BASURAS

La situación es tal que a comienzos de verano la empresa municipal de limpieza de Sevilla (Lipasam) dio cuenta del registro del incremento del vertido indiscriminado de bolsas de residuos sólidos orgánicos en mitad de la vía pública en este entorno. El gerente de Lipasam, Rafael Pineda, indicó entonces a Europa Press que, coincidiendo con el desacuerdo público de los moradores con la instalación de contenedores individuales, "es verdad que ahora aparecen las bolsas de basura fuera de sus recipientes adecuados", principalmente en puntos donde antes había contenedores y ahora ya no y lugares como papeleras, portales o esquinas.

Aunque dicha práctica supone una "molestia" para los trabajadores de Lipasam, "que tienen que trabajar el doble cargando las bolsas una a una", Pineda aseguró que la empresa no entrará en una dinámica de enfrentamiento con los vecinos. Los operarios, de esta forma, seguirán desempeñando su labor, al igual que el Servicio de Inspección, que "hace lo posible para sancionar si se descubre quién ha dejado la bolsa".

Asimismo, el gerente de Lipasam quitó importancia al problema al asegurar que estas incidencias no están muy extendidas y expuso su convicción de que poco a poco la práctica de depositar la basura en contenedores individuales "irá calando, e incluso los propios detractores verán al final que es un triunfo colectivo importante".

"No deja de ser una conducta incívica de determinadas personas que incumplen las ordenanzas con una conducta vergonzante, pero cada uno debe ser responsable de sus hechos", concluyó.