El aumento de las demandas y la mala gobernanza, principales problemas del borrador del Plan del Guadalquivir

Pasarela sobre el Guadalquivir en San Jerónimo, Sevilla
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 28 junio 2011 17:48

SEVILLA, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -

Las conclusiones de las jornadas de análisis del borrador de Plan Hidrológico del Guadalquivir realizadas por la Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA) celebradas el pasado mes de mayo en Sevilla concluyen que las grandes posibilidades que la aplicación de la Directiva Marco de Agua ofrece para la reorientación de la planificación y gestión del agua "siguen sin ser aprovechadas en esta Demarcación", así como que el aumento de las demandas y la mala gobernanza son los principales problemas detectados en el borrador.

Las conclusiones de las jornadas de participación 'Animando a la participación ciudadana en Andalucía. Análisis de la propuesta del proyecto de Plan Hidrológico del Guadalquivir', servirán como documento de alegaciones a presentar ante la Confederación Hidrológica del Guadalquivir, según informa la FNCA en una nota. "La expansión descontrolada de la superficie de regadío con una demanda de agua para riego que alcanza un 87 por ciento del total de las demandas de la cuenca, da origen a la idea de que el Guadalquivir es rehén del regadío, dificultando el avance hacia los objetivos de la Directiva Marco en la conservación o restauración del buen estado ecológico de las aguas", lamenta.

Además, señala que la conclusión fundamental que se extrae del análisis del borrador del plan es que el núcleo de la propuesta gira en torno a la reducción de la "brecha" entre recursos disponibles y demandas, el antiguo "déficit estructural", a escala de sistema de explotación. "Esta brecha es el resultado del proceso político, de política de aguas y de política territorial, de fondo orientado al incremento de las demandas", explica.

Asimismo, añade "la ausencia de la consideración expresa y rigurosa del problema de la mala gobernanza del agua, indisciplina y descontrol en la administración del dominio público hidráulico, incluyendo todos sus factores explicativos, esto es, políticos, sociales, económicos y administrativos; sus consecuencias y las medidas y alternativas propuestas para su resolución".

Éste, según precisa, es un problema de fondo que condiciona la gestión de la cuenca cuya responsabilidad debe ser asumida explícitamente no ya por el presidente de la CHG sino por el conjunto del Comité de Autoridades Competentes.

Se han detectado además otra serie de problemas, que quedan recogidos en las conclusiones extraídas de las aportaciones técnicas realizadas en dichas jornadas. Así, enumera que el plan "no contempla suficientes medidas de gobernanza que permitan una disminución efectiva de la presión ejercida por el regadío, principal demandante de agua en la cuenca"; la sobreestimación de los índices de recuperación de costes financieros de los servicios de agua; y la ausencia de estimación de costes ambientales.

Además, apunta la "falta de rigor en la definición de escenarios para las masas de agua superficiales y en los indicadores de buen estado ecológico", ya que "no es realista decir que en 2015 el 91 por ciento de los ríos de la cuenca del Guadalquivir estarán en buen estado".

Por otro lado, resalta "el déficit de información y de participación pública, así como carencia, en muchas ocasiones, de elementales procesos de coordinación interadministrativa"; la "inadecuación" tanto del proceso como de los trabajos de cálculo de caudales ecológicos realizados; la "falta de claridad" en la evaluación de los recursos disponibles y en los balances referidos a los impactos del cambio climático.

"El estudio insuficiente de las masas de agua subterránea así como de la interacción de éstas y las aguas superficiales; la falta de atención de la vulnerabilidad frente a la inundación consecuencia de la desconexión de la gestión del agua de la ordenación urbanística y territorial; la ausencia de impulso institucional a la participación activa sobre la propuesta concreta del plan; la insuficiente identificación y justificación de las excepciones a los objetivos ambientales, y la falta de transparencia y eficacia en el carácter ambiental de la modernización de regadíos", son algunos de los problemas detectados en el borrador.