El Club Kayak-Polo descarta un "atrincheramiento" en el local y confirma que no se adhiere a la reubicación

SEVILLA, 16 May. (EUROPA PRESS) -

Miguel Ángel Rodríguez, presidente del 'Club Kayak-Polo Hispalense', ha descartado este viernes un "atrincheramiento" en el local de titularidad municipal que el colectivo ocupa en los bajos del paseo del Marqués de Contadero, toda vez que el Ayuntamiento hispalense ha fijado un plazo de ocho días para que los deportistas abandonen estas dependencias donde las administraciones proyectan la creación del futuro Centro de Atención Integral del Visitante.

"No nos vamos a atrincherar. Nada de eso", ha dicho a Europa Press el presidente del club ante la decisión de la junta de gobierno del Ayuntamiento de Sevilla de fijar un plazo de ocho días para que el local municipal que ocupa este colectivo de deportistas quede expedito para el mencionado proyecto, toda vez que el 31 de marzo ya expiró un primer plazo concedido por el Consistorio. No obstante, ha insistido en que no acepta las alternativas de reubicación propuestas por el Ayuntamiento porque implican un traslado "inviable, a unos prefabricados con altas temperaturas donde nuestro material se deterioraría y pasaríamos de estar unos 50 o 70 piragüistas en 200 metros cuadrados, a incorporarnos todos a un espacio de 300 metros cuadrados en el que ya hay más de cien personas".

"Si nos vamos, nos vamos a la calle. El Ayuntamiento, de hecho, puede hacerse cargo de nuestros materiales y seguir si así lo desea con la escuela", dice Miguel Ángel Rodríguez.

EL ASUNTO DE LOS CLUBES

El asunto se encuadra en la creación del futuro Centro de Atención Integral del Visitante, proyectado en el paseo de Marqués de Contadero, precisamente en los locales ocupados por los clubes de piragüismo. A la hora de dejar expeditos los locales, el Ayuntamiento proponía en principio a los clubes su reubicación en los aledaños del Centro de Alto Rendimiento (CAR) de la isla de la Cartuja, idea a la que los clubes se oponían manifestando que se trataría de instalar a cerca de 500 piragüistas en "unas carpas con un único módulo de servicios de unos 50 metros cuadrados".

El Gobierno local, en ese sentido, ha propuesto finalmente reubicar a estos clubes entre las instalaciones deportivas municipales construidas hace años con cargo al Fondo Estatal de Inversión Local (FEIL) en el entorno del antiguo telecabina, entre las calles Jándalo y Torneo, y unas instalaciones similares bajo la torre Schindler. El Club Sevillano de Piragüismo, en ese sentido, ha aceptado esta reubicación y consumará su traslado el 20 de mayo.

EL CLUB KAYAK

En cuanto al 'Club Kayak-Polo Hispalense', el 20 de diciembre, la junta de gobierno acordó recuperar la posesión del local del paseo del Marqués de Contadero ocupado por dicha entidad, instando al club a desalojar las instalaciones antes del 31 de marzo de este año 2014. El club en cuestión formuló un recurso de reposición contra dicho acuerdo, pero dicho extremo fue desestimado, según la documentación recogida por Europa Press, porque el club no cuenta con "título alguno" para ocupar este local, ni "derecho" a la ocupación, prevaleciendo además "el interés público" del proyecto turístico mencionado antes.

Poco después de expirar aquel plazo del 31 de marzo, Miguel Ángel Rodríguez, presidente del 'Club Kayak-Polo Hispalense', explicaba a Europa Press que el club seguía utilizando el local en cuestión gracias a un supuesto "acuerdo verbal" que ampliaría el plazo hasta "el 31 de mayo", negando en cualquier caso una "usurpación" de este espacio municipal y alegando que el Instituto Municipal de Deportes cedió el local a la organización allá por 2011 y el club habría intentado regularizar varias veces el uso de las instalaciones.

Ahora, la junta local de gobierno ha instado al club a la entrega de las instalaciones, fijando un plazo de ocho días para el abandono del espacio, toda vez que en caso de no mediar un desalojo voluntario de estas dependencias, el Ayuntamiento acometerá el lanzamiento por sus "propios medios", cargando al club los costes del propio desalojo.