Actualizado: domingo, 7 octubre 2012 13:38

SEVILLA, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a cinco años y siete meses de cárcel y al pago de una indemnización de 40.000 euros a un hombre por abusar sexualmente de la nieta de su pareja, una menor de diez años de edad.

En la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la Audiencia Provincial considera probado que el procesado, nacido en 1951, vivía con su pareja en un piso de la capital hispalense que era frecuentado con asiduidad por la nieta menor de edad de ésta.

De este modo, en fechas cercanas al verano de 2010, y una vez que la menor había cumplido diez años, el procesado aprovechó que la víctima "se acostaba con su abuela en la cama" para, una vez dormida ésta, "hacerle tocamientos en las nalgas y los pechos, incluso por la zona genital".

Según la Audiencia, el imputado realizó tales acciones "al menos en tres ocasiones", llegando en una de ellas "a introducir uno de sus dedos en la vagina". Otro día de ese verano, al entrar la menor en la vivienda después de jugar en el patio del bloque, el acusado "aprovechó la estrechez de la puerta para rozarse insistentemente con las nalgas" de la menor.

Este hecho fue observado por la madre de la pequeña, quien acabó abandonando la casa con la niña "para preguntarle" posteriormente si el procesado "la había hecho objeto previamente de tocamientos similares", tras lo que la menor "fue contándole lo sucedido con anterioridad", lo que motivó que su madre denunciara los hechos en septiembre de 2010.

NO HAY MÓVIL ESPURIO EN LA VÍCTIMA

Al día siguiente, el imputado fue detenido, siendo puesto en libertad provisional aunque con la prohibición de acercarse a la menor de edad.

En el presente caso, la prueba de cargo "esencial" es la declaración de la víctima, "que ha mantenido sus manifestaciones durante el proceso, sin que se observara trastorno alguno que afectara a su credibilidad, mostrando en la grabación una sincera espontaneidad que refuerza su credibilidad, sin que concurra móvil espurio en sus manifestaciones".

Todo ello, además, cuenta con la corroboración periférica por parte de la madre de la menor, "quien vio que el procesado, aprovechándose de la estrechez de la puerta de acceso de la casa de su suegra, se rozó insistentemente con las nalgas de la menor al entrar juntos al interior de la vivienda".

Por estos hechos, la Audiencia Provincial condena al imputado a un año y siete meses de cárcel por un delito continuado de abusos sexuales, así como a cuatro años de prisión por un delito de abusos sexuales con introducción de dedos en la vagina y el pago de 40.000 euros de indemnización por los daños morales causados.