La economía andaluza crecerá un 2,4% en 2016, algo menos que España, según el Observatorio Económico de Andalucía

Actualizado: jueves, 19 noviembre 2015 17:40

SEVILLA, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -

El panel de expertos del Observatorio Económico de Andalucía (OEA) ha estimado que el crecimiento de Andalucía en 2016 será del 2,4 por ciento, algo inferior al de España, previsto por diversos organismos en torno al 2,7 por ciento.

Dentro de un contexto de desaceleración de España, Europa y de los países emergentes, principalmente motivado por un menor impacto positivo del precio del petróleo, del tipo de cambio y de inestabilidad financiera internacional, y los nuevos ajustes en el gasto público explicarían este menor crecimiento.

Asimismo, el OEA ha apuntado que la economía andaluza ha crecido un 3,5 por ciento interanual en lo que va de año, aunque en el tercer trimestre ha mostrado síntomas de debilitamiento en relación con los dos trimestres anteriores.

Según apunta en su informe, este menor crecimiento está en consonancia con lo que tanto organismos oficiales como centros de análisis y estudios económicos han estimado para el conjunto de España y mismo trimestre.

Así, el Indicador Sintético de Actividad para Andalucía del Observatorio Económico de Andalucía (IOEA) estima un crecimiento intertrimestral del Producto Interior Bruto (PIB) andaluz del 0,8 por ciento en el tercer trimestre de 2015, inferior en dos décimas al estimado para el segundo trimestre.

A pesar de esta reducción, el crecimiento interanual de la economía andaluza sigue aumentando hasta el 3,5 por ciento como consecuencia del mayor crecimiento de los trimestres anteriores en relación a 2014. Estas cifras son "muy similares" a las estimadas para el conjunto de España, ya que, según los avances del Banco de España y del INE, la economía española creció en el tercer trimestre un 0,8 por ciento intertrimestal y un 3,4 por ciento interanual.

RAZONES PARA ESTA EVOLUCIÓN

El Observatorio Económico de Andalucía ha destacado que el impulso adquirido por las economías española y andaluza durante 2015 es "singularmente sorprendente, dadas las previsiones de hace tan solo un año".

Las explicaciones para dicha evolución son variadas, aunque es posible seleccionar, de entre todas ellas, las más relevantes. Por el lado de la demanda, destaca el crecimiento del consumo de las familias, principal componente del PIB, y particularmente motivado por el aumento del consumo tanto de bienes duraderos como de bienes no duraderos y no necesarios.

La gran recesión iniciada en 2008 tuvo un singular impacto sobre las decisiones de consumo de las familias españolas, muy condicionadas desde entonces por las negativas expectativas sobre empleo y renta. Este descenso del consumo fue especialmente intenso para aquellos bienes cuya adquisición requiere un mayor esfuerzo financiero y cuya utilidad generada en el corto plazo es menor, como son los bienes de consumo duradero y los no duraderos pero no necesarios.

Si bien, a partir de mediados de 2013, la mejora de las condiciones de empleo, así como la reciente restauración de los canales de crédito, y el intenso desapalancamiento llevado a cabo, han permitido una descongestión de los planes de consumo que estaban a la espera de mejores expectativas.

MEJORA DE LA INVERSIÓN

En segundo lugar, el OEA ha detallado la mejora de la inversión, tanto residencial como en bienes de equipo, y que se explica por la mejora nuevamente de la confianza, en este caso, de los empresarios. El ajuste en los costes, el aumento de las exportaciones y la mejora del consumo de las familias han elevado el umbral de rentabilidad de numerosos proyectos que finalmente se han llevado a cabo.

En tercer lugar, el consumo de los no residentes, es decir, el turismo, que ya encadena tasas de variación positivas desde hace ocho trimestres. La continua inestabilidad política y económica de numerosos países que son directamente competidores de la oferta turística andaluza sigue permitiendo crecimientos elevados tanto del número de viajeros como de pernoctaciones en España y Andalucía.

En cuarto lugar, un sector exterior muy condicionado por los precios energéticos, y que permite una clara mejoría de la balanza comercial andaluza con el resto del mundo, lo que redunda en un mayor crecimiento a corto y medio plazo de la economía andaluza.

MEJORA DEL CONSUMO PÚBLICO

En quinto, y último lugar, la mejora del consumo público, tanto de la administración autonómica como de las corporaciones locales, y que ayudó a incrementar el empleo en la primera mitad del año. El fin de estas políticas ha provocado un claro debilitamiento desde inicios del verano del gasto público regional afectando en consecuencia el empleo (ver recuadro).

Además de las razones argumentadas en los párrafos anteriores, es necesario valorar el efecto de las políticas tanto monetarias como fiscales aplicadas durante la primera mitad del año y cuyos efectos aún perduran.

Así, al impulso de la actividad que ha supuesto la relajación monetaria aplicada desde enero por el Banco Central Europeo, con múltiples consecuencias, entre ellas la devaluación del euro, hay que sumar medidas de carácter fiscal, como la reducción de las retenciones del IRPF desde el pasado mes de junio, o las políticas de empleo asociadas al ciclo electoral.

Por el lado de la oferta, los servicios explican gran parte del crecimiento, tanto en lo que se refiere al comercio como, en mayor medida, al turismo y a los servicios públicos. En cuanto a la industria, también muestra claros signos de recuperación, en especial la producción de bienes energéticos.

Por último, el sector de la construcción sigue su línea ascendente, aunque los indicadores muestran desde el verano un crecimiento algo menos intenso, motivado por la finalización entre los meses de junio y agosto de obras y contratos públicos.

ESPERA MENOR CRECIMIENTO

En cuanto al cuarto trimestre, el OEA espera menor crecimiento, ya que "la economía andaluza al igual que la española comienza a mostrar ciertos síntomas de fatiga". Así, el crecimiento estimado para el último trimestre del año es, hasta el momento, inferior al de los tres primeros.

Entre las razones que lo justifican destacan la debilidad de los mercados emergentes, intensificada por la inestabilidad económica china, el final de las políticas de empleo público vinculadas a las elecciones autonómicas y municipales de mayo y el agotamiento del impulso derivado de la caída del precio del crudo.

Las previsiones para el cuatro trimestre, según se desprenden de la estimación en tiempo real, es de un 0,7 por ciento intertrimestral. Si se confirma esta estimación, el crecimiento interanual del último trimestre del año se reduciría en una décima, hasta el 3,4 por ciento.

Finalmente, la estimación de crecimiento para el conjunto de 2015 se situaría en el 3,1 por ciento, si bien los indicadores conocidos en las dos últimas semanas podrían mejorar ligeramente estas previsiones.

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