SEVILLA, 13 May. (EUROPA PRESS) -
La escritora italiana Paola Rondini presenta en la Feria del Libro de Sevilla su primera experiencia en la literatura con la obra 'Miniaturas' (Algaida Inter), donde ofrece una novela negra en la que alerta de forma "enmascarada" tras la ciencia ficción el abuso de la industria farmacéutica sobre las personas".
En una entrevista concedida a Europa Press, Rondini describió que su primera experiencia novelesca ofrece dos lecturas a los lectores, comenzando por una novela negra de acción y terminando con una "denuncia enmascarada", Además, de regalar "una historia de un gran amor, que vuelve con ganas de venganza".
Por otro lado, la escritora, que mantendrá hoy un encuentro con los estudiantes de la Facultad de Filología de la Universidad de Sevilla sobre 'Mujeres, escritura y comunicación', señaló que "desde la imaginación se ofrece una visión oscura de la posibilidad que tienen las industrias farmacéuticas de influenciar nuestras vidas".
La obra narra el viaje de regreso a América del millonario Daniel Biasi para trabajar en el holding familiar, cuando un notario de París lo cita para la lectura del testamento de Gemma, una periodista y antiguo amor, que le ha dejado una vieja maleta y un paquete. Paralelamente, el descubrimiento de algo sospechoso en la molécula de un fármaco enriquece la trama ya que Iago Milar, uno de los investigadores, es invitado misteriosamente a una exposición en Copenhague a la que también acudirá Biasi, porque así se lo dejó indicado Gemma en su carta.
En este sentido, añadió que la novela aborda cómo "los negocios de éstas se juegan en diferentes ámbitos". Así, expresó un ejemplo muy reciente como es "la invención de la Gripe A, que ha sido un invento", apuntó. En la obra, según precisó, se crea un fármaco con el que las grandes empresas farmacéuticas, unidas bajo un poder político oscuro, intentan controlar y modificar nuestras características como personas.
Al hilo de esto, matizó que la creación del espacio "oscuro" del poder de éstas industrias le supusó un mayor esfuerzo y tiempo de investigación, de la cual extrae "un uso inadecuado de la química aplicada a las debilidades del carácter humano". En este sentido, añadió que el análisis de este mundo le causado un "inmenso horror" y "sorpresa" en sentido negativo tras observar que "hoy hay productos que están listos para tratar las características personales de los seres, que no son problemas de salud, pues, mientras la ezquizofrenia es un prblemna, la tristeza, la fragilidad o la timidez son rasgos personales".
Además, alertó que una investigación sobre el uso abusivo de los antidepresivos sorprendería a todos, ya que de éste se desprende "su fácil uso por parte de las personas y la falta de profundización de los médicos en los problemas de salud de éstas". Asimismo, explicó que estos fármacos son "drogas en todos los efectos que cambian el carácter de las personas". Rondini manifestó que es en este aspecto donde "mayor uso de la imaginación ha hecho, pues así podía evitar los posibles ataques del exterior y que éstos desvirtuarán la novela".
"LITERATURA, LIBERTAD Y CREACIÓN"
Según la editorial, la novela fue "una auténtica revolución en Italia, tanto en crítica como en lectores", un hecho que la autora relaciona con "el impacto que causa a los lectores clásicos de novela negra y la facilidad de lectura que ofrece en un primer nivel". Rondini confesó "no haber sentido ningún tipo de presión" para realizar su segunda novela, que ha está en las librerías en el país italiano, pues ve "la escritura como un acto de libertad y de creación". Con respecto a la segunda obra, adelantó a Europa Press que "difiere de la primera, si bien mantiene el mismo ambiente oscuro y cínico".
Por otro lado, Rondini reconoció que "no es lectora de thriller, ni de novela negra", sino más bien de clásicos, precisando que "el cine le ha influenciado más que la literatura en los ambientes que describe en 'Miniaturas'". Confesó sus preferencias por los autores rusos, los contemporáneos norteamericanos o italianos, pero reiteró la "influencia cinematográfica en su literatura".
Rondini, que apuntó vivir desde hace mucho años viajando y "no como un turista sino con poco tiempo, con prisas y una relación amor odio hacia los hoteles", señaló que los viajes de los protagonistas es fruto de su experiencia, "la parte autobiográfica de la obra".