SEVILLA, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -
El escritor y periodista Fernando Sánchez Dragó afirmó hoy que se siente "un escritor más oriental, que occidental y un autor japonés más que español", ya que la llamada que recibe de Oriente es "poderosísima".
Durante un encuentro con periodistas para presentar en Sevilla su nuevo libro, 'Soseki, inmortal y tigre' (Planeta, Dragó confesó que si pudiera volver atrás "no haría nada que le convirtiera en un personaje o persona conocida" y señaló que "está harto de ser Dragó durante 73 años, ya que es un personaje intenso".
Por otro lado, aseguró que "no tiene patria" y que "no le gusta en lo que se ha transformado España, una rebelión de la chusma de los adolescentes". Añadió que el país "está al borde del abismo y apunto de dar un paso hacia delante". Asimismo, consideró que "tras el siglo VI a.C. todo es decadencia, pues sus valores morales son los que siguen estando vigente".
'Soseki, inmortal y tigre' nace tras la muerte del gato, "inmolado por salvar a su nieta", según apuntó, y escribir un obituario del animal para El Mundo. "Con 27 libros escritos, nada había provocado tanto impacto como el artículo", subrayó.
Soseki merecía un libro, "una novela épica y lírica", dijo. Si bien, lo que en principio sería un libro de cien páginas, "un cuento para niños y grandes", la escritura de la obra en la ciudad de Bangkok, traspasó su idea principal y "el libro comenzó a crecer en sus manos, convirtiéndose en la obra más literaria y personal de las que ha escrito".
El resultado fue una novela de 350 páginas y un libro sobre "mucho más que un gato", ya que se trata de una novela de aventuras de un gato extraordinario. Según explicó se puede distinguir tres libros en la misma historia.
"TRES LIBROS EN UNO"
Por un lado, se presenta la estructura de un cuento que un anciano escritor traslada a su nieta, relato donde se ha tenido que pelear para conseguir "un idioma accesible para los niños pero que no fuera pueril para los adultos". Aparecen diálogos breves que cortan el relato y en los cuales "el escritor le enseña el arte de la vida a su nieta, dando lugar a una novela ejemplar y un cuento filosófico".
Por otro lado, las aventuras del gato transcurren en un país de maravillas, es decir, éste es "un libro consanguíneo a Peter Pan o Alicia en el País de las Maravillas". Las Tierras Altas de Soria, donde está Castilfrío --donde vive Dragó gran parte del tiempo--, acoge la búsqueda del alma y de la misión que le ha traído al mundo del gato, y donde éste entra en contacto con los seres mitológicos del lugar. Así, según precisó, aparece la novela del gato, la obra filosófica de un abuelo que enseña a vivir a su nieta y la novela mágica de las Tierras Altas.
El trasfondo filosófico del libro, según Dragó, es la idea de Platón de que "todos los seres vivos vienen al mundo con la posibilidad de construir un alma, para llegar al momento de la muerte habiendo cumplido una misión y cuando mueren no extinguirse porque el alma es imperecedera".
Dragó apuntó que Soseki, como deberían hacer los hombres, busca su nombre. Así, según concretó, él en todas sus novelas autobiográficas utiliza el nombre de Dionisio, "el dios bailarín y transgresor".
Por otro lado, reseñó que este "no es un libro guerrero, sino bondadoso, hecho con buenos sentimientos, emociones y cargados de valores morales cristianos, franciscanos, paganos, laicos, es decir, de ética universal que no pretende herir a nadie".
Confesó que es "su libro más suyo, íntimo y personal", pues "se desnuda por completo, apareciendo el Fernando persona", dijo. Asimismo, indicó que era "inevitable que apareciera Oriente, ya que éste ha conformado su vida y su forma de vivir".
El nombre de Soseki, tomado del gran escritor japonés autor de 'Yo, el gato', es un nombre prestado, como así lo hiciera también el escritor, según aclaró Dragó, que quiere levantar un centro de acogida de gatos en Castilfrío.
"INFANTILISMO GENERAL"
Dragó, que se encontraba escribiendo sus memorias cuando falleció Soseki, señaló que la biografía de multitud de hombres actuales se centra en la adolescencia, fruto del "infantilismo que se vive en general". Al hilo de esto, explicó que "la pasión por el fútbol, la televisión, el cine o los videojuegos, entre otros aspectos, reflejan un mundo que no crece y quien no crece no se construye un alma y cuando mueran se extinguirá".
Dragó confesó no haber estado tan mal por la muerte de un ser querido como por Soseki, pues su relación con él era "plena y formal, un amor perfecto". Resaltó que "nunca se ha rendido tamaño homenaje a un gato, un réquiem por un animal".
El escritor informó de que en España no existe tradición literaria relacionada con animales, ya que los únicos antecedentes son 'Platero y yo', de Juan Ramón Jiménez, 'Charlas con Troylo', de Antonio Gala, o 'Alegato de los gatos' y 'Los gatos literatos', de Antonio Burgos.
Por el contrario, dijo que en países como Estados Unidos, Inglaterra, Japón y los países nórdicos existe una larga tradición y precisó que el gato es el que más literatura ha generado. Destacó un cuento de Kipling, 'La historia del gato que iba solo'.
Dragó, que aceptó la influencia de Sinuhé el egipcio sobre su persona, aseguró que la narrativa universal siempre da vueltas a dos grandes temas, Ulises y la Odisea y la fábula de Ariadna y Teseo, como él hace en este libro, parafrasear este último tema.