Demandarán los servicios "máximos" establecidos por el Ministerio de Fomento, que alcanzan "casi el 80%" para trenes AVE y Larga Distancia
SEVILLA, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los alrededor de 3.800 trabajadores andaluces del sector ferroviario están llamados este viernes a la huelga que los sindicatos representativos de ADIF, Renfe y FEVE convocaron el pasado mes de julio en protesta por la liberalización del sector que prepara el Gobierno central, un paro que incluirá una doble concentración ante la estación de Santa Justa de Sevilla que se realizará a las 6,00 y las 11,00 horas.
No obstante, en el caso de la comunidad andaluza el paro no se realizará en Feve, ya que este Ferrocarril de Vía Estrecha no existe en Andalucía, aunque sí se da en otras comunidades como Asturias, Cataluña y País Vasco.
En una nota conjunta, las organizaciones sindicales que han convocado el paro --CCOO, UGT, Semaf, Sindicato Ferroviario, el Sindicato de Circulación y CGT-- han aprovechado también para anunciar que interpondrán una "demanda judicial" contra los servicios mínimos establecidos por el Ministerio de Fomento para esta jornada de paro, que tildan de "máximos", "ilegales" y "los más abusivos en la historia de las relaciones laborales en el sector ferroviario" al alcanzar "casi el 80 por ciento" en el caso de los trenes de Alta Velocidad y Larga Distancia, y "casi el 70 por ciento" para trenes regionales.
Con estos servicios mínimos, el Gobierno busca, a juicio de estas organizaciones, "menoscabar la imagen y la labor" de los sindicatos, "enfrentándolos con los usuarios que puedan verse afectados por el desarrollo de esta huelga".
Por otro lado, los sindicatos insisten en mostrar su rechazo a las medidas de liberalización que propone el Gobierno para el sector ferroviario, que, en opinión de CCOO-A, "suponen la ruptura" del modelo ya que conllevan "la desaparición y/o fragmentación de empresas" y "abren la puerta a la privatización".
En esta línea, critican que la "única solución" que se le ocurra al Ministerio de Fomento sea "liberalizar y privatizar las empresas para desprenderse de la responsabilidad sobre ellas y regalarlas a sus mejores amigos" mientras los trenes de Alta Velocidad y Larga Distancia "siguen perdiendo viajeros e ingresos", algo que contrasta, según apostillan, con lo que ocurre "en el resto de países importantes de Europa".
Por todo ello, los convocantes de la huelga enmarcan el paro en su estrategia de "luchar hasta el final para que el ferrocarril, que se ha construido con el esfuerzo de todos los trabajadores y con la aportación de la ciudadanía, no vaya a manos privadas a precio de saldo, con el consiguiente perjuicio para toda la ciudadanía".
