Actualizado: lunes, 5 noviembre 2012 13:10

SEVILLA, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -

El empresario Eusebio Gaviño ha admitido este lunes que, durante una reunión mantenida el 12 de septiembre de 2005, entregó a la concejal no adscrita del Ayuntamiento de Camas (Sevilla) Carmen Lobo un sobre con 12.000 euros, pero ha negado en todo momento que ese dinero fuera para "comprar" el voto de la edil, ya que ha defendido que dicha cantidad tenía como destinatario al exmilitante de IU Francisco Gordo, que "tenía un problemón de dinero" y "me había pedido 30.000 euros".

Durante el juicio con jurado popular que se está celebrando en la Audiencia Provincial de Sevilla, el acusado, que ha sido trasladado hasta los juzgados desde la cárcel de Sevilla-I, ha relatado que fue Gordo quien se puso en contacto con él para mantener un encuentro con "su novia", en referencia a la propia Carmen Lobo, por lo que se puso en contacto con ella y quedaron en verse la mañana del 12 de septiembre de 2005 en el polígono industrial El Manchón.

"Cuando llégué allí, me llevo la sorpresa de que Gordo no estaba allí", ha señalado el imputado, asegurando que durante el encuentro la exedil "me preguntó cuánto iba a ganar por cambiar su voto a la ligera". "Como Gordo me dijo que la ilusionara, le prometí 200, 300, 400 y la Giralda si hacía falta", aunque ha tachado todo ello de "fanfarronadas" suyas que "no se cree ni un niño de cuatro años". A su juicio, la concejal no adscrita del Ayuntamiento de Camas "me provocó".

Tras señalar que este primer encuentro fue "una charlotada", el acusado ha querido dejar claro que "en ningún momento he estado en contacto con los políticos --en referencia a los otros tres acusados-- para comprar el voto" de Carmen Lobo, sino que "estaba loco" por desarrollar el proyecto de un gimnasio que quería construir en el municipio, que "iba a ser la maravilla de todo el Aljarafe". "En ningún momento, se trató que la concejal votara a favor" en determinados puntos del pleno municipal.

En esa primera cita, se habló de un "regalo" a favor del exmilitante de IU Francisco Gordo, "que tenía un problemón de dinero y casi me lloró" para que le dejara 30.000 euros.

Al término de esa primera reunión, Gordo se puso en contacto con el acusado "y yo me cagué en sus muertos porque no había venido, pero me dijo que su mujer estaba mala con una depresión", tras lo que quedaron nuevamente esa misma noche en la taberna medieval. "Llegué allí, me senté con Carmen Lobo y no me encontré a Gordo", aunque la exconcejal le sacó el tema de los 12.000 euros y "me dijo que no les hiciera eso, que les hacía falta", por lo que "me suplicó" que les dejara ese dinero.

Por ello, "le entregué a Lobo 12.000 euros para Gordo, no para comprar ningún voto de ninguna concejal".