En su declaración, la Guardia Civil le preguntó si su familia tenía relación con José Antonio Viera
SEVILLA, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un imputado en el caso de los expedientes de regulación de empleo (ERE) irregulares tramitados por la Junta aseguró en su declaración ante la Guardia Civil que el exchófer del que fuera director general de Trabajo y Seguridad Social de la Junta Francisco Javier Guerrero "le encargó comprar cocaína" que luego recogía con el coche oficial en la zona de las 3.000 viviendas de Sevilla.
Gregorio M.P. fue detenido el pasado día 20 de marzo por la Guardia Civil en el marco de la investigación por el supuesto cobro de 'sobrecomisiones' por parte de las mediadoras que gestionaron las pólizas de prejubilación relacionadas con los ERE, aunque la declaración se ha conocido después de que la magistrada de Instrucción número 6 de Sevilla haya levantado el secreto de sumario.
Según el texto de su declaración, a la que ha tenido acceso Europa Press, este imputado negó que suministrara droga en alguna ocasión al propio Guerrero y aseguró que nunca lo ha visto consumir dichas sustancias, aunque sí admitió que su exchófer, Juan Francisco Trujillo, "llegó a participarle que dichas sustancias eran consumidas también por Guerrero".
El imputado, que reconoció que en esa época era consumidor de cocaína, puso de manifiesto que "en tres o cuatro ocasiones" hizo entrega de cocaína a Trujillo, precisando que la primera vez el exchófer de Guerrero le encargó la compra de diez gramos, para lo cual le hizo entrega de un billete de 500 euros, dinero con el que se dirigió a las 3.000 viviendas mientras Trujillo le esperaba en los "aledaños" con el coche oficial de Guerrero.
A la semana siguiente, el exchófer le encargó que le comprara otros diez gramos de cocaína y le entregó otros 500 euros, tras lo que el imputado compró dicha sustancia en las 3.000 viviendas "para acto seguido entregarla en la puerta de un restaurante" de la calle Luis Montoto, momento en el que "apercibió" a Trujillo "de que no le hiciese más encargos de este tipo, pues no quería problemas".
CONOCÍA A GUERRERO "DESDE SU INFANCIA"
Según su declaración, "escasos" días después, el imputado recibió una llamada de Trujillo en la que éste le solicitó 20 gramos de cocaína a cambio de 1.400 euros, mientras que tres o cuatro semanas después Trujillo le llamó "desde el interior del hotel Alfonso XIII" para pedirle que comprara diez gramos de cocaína, para lo que le entregó 700 euros.
En su declaración ante la Guardia Civil, Gregorio también dijo que conocía a Guerrero "desde su infancia" y que éste le ayudó a conseguir un puesto de trabajo en Vitalia en el año 2002, y fue cuestionado por una ayuda de 900.759 euros concedida por la Dirección General de Trabajo a La Posada del Moro, propiedad de sus padres y su tía.
Sobre esta ayuda, dijo desconocer que las ayudas fueran por ese importe así como "todo el trámite" referente a las mismas, aunque sí admitió "que en una ocasión Guerrero le llamó para que se pasase por su despacho, pues tenía un regalo para sus padres", por lo que fue hasta allí y Guerrero le entregó una resolución de ayuda a favor de la Posada del Moro por valor de 74 millones de pesetas.
El imputado aseguró que el desarrollo de estas ayudas "se inició como consecuencia de que sus padres tenían planeado ampliar el hotel", siendo el propio Guerrero, "un día allí comiendo, quien se ofreció a ayudarles".
Al hilo, señaló que cuando ya se habían concedido las ayudas, que fueron destinada a ampliar el hotel, sus padres "obsequiaron con un pasaje de avión" para visitar la isla de Menorca al exdirector general de Trabajo y a su mujer, añadiendo que, una vez allí, éstos se alojaron junto a sus padres en un chalet propiedad de un tío suyo.
La Guardia Civil cuestionó también al imputado por las afinidades políticas de una tía suya con Guerrero u otros representantes del PSOE de Sevilla, como el exconsejero de Empleo y actual diputado en el Congreso José Antonio Viera, contestando el imputado que su tía "fue militante del PSOE y concejal en Cazalla", aunque dijo desconocer la relación con Viera, al que "nunca ha visto" en la Posada del Moro.
Preguntado por una ayuda de 444.748,96 euros que Guerrero concedió en 2006 a la empresa Promociones Vinícolas, de la que fue administrador el imputado, éste señaló que "nunca" recibió dicha cantidad y que tan sólo en una ocasión le llamó la secretaria del exalto cargo "para comunicarle que al día siguiente le iban a realizar una transferencia de 3.000 euros", transferencia que "cree recordar que finalmente sí recibió".
En este sentido, dijo no recordar si el bufete Estudios Jurídicos Villasís le ingresó en 2006 dos transferencias de 30.000 y 48.080,97 euros a favor de Promociones Vinícolas.