SEVILLA 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
El escritor granadino José Manuel Fajardo aborda en su nuevo libro, 'Mi nombre es Jamaica' (Seix Barral), las raíces judías de la sociedad española y el antisemitismo a través de la locura que se apodera de su personaje, reuniendo en este trabajo las dos ramas literarias que ha cultivado hasta el momento, la novela histórica y la contemporánea.
En una entrevista concedida a Europa Press, Fajardo señaló que Jamaica es el nombre que adopta el profesor español de Historia Santiago Boroní, quien en un viaje a Israel para participar en un congreso de historiadores sobre judíos conversos españoles, enloquece y se niega a responder a su nombre, tomando Jamaica como nombre y considerándose descendiente de judíos para combatir el antisemitismo del mundo. Éste se encuentra acompañado de una amiga francesa, descendiente de los judíos expulsados de España, Dana, quien intentará controlar su locura y buscar su origen.
Según Fajardo, que presentó hoy la novela en Sevilla, la novela reúne las dos corrientes de escritura que ha cultivado hasta el momento, es decir, la novela histórica y contemporánea, convencido de que ésta es "la mejor manera de poder contar lo que somos hoy, el fruto de la historia de la familia y del país".
En este sentido, precisó es "difícil" contar la historia sobre temas "dolorosos como el antisemitismo y el ataque a los judíos y que hay que tratarlo con cuidado", por ello, según indicó, decidió "elegir la figura del loco que le permite jugar con los tiempos y distorsionar los hechos".
Asimismo, apuntó que esta fórmula introduce una mirada "irónica sobre temas dolorosos, pero se hace con respeto, recurriendo a la locura". Así, añadió que es "esto le permite jugar de una manera no dañina a través de una fórmula clásica que ya apareció en 'El Quijote', una de las obras referencias de Fajardo.
"REFLEXIÓN SOBRE EL OTRO"
"Quería jugar con el loco cuerdo y el cuerdo que se contagia de la locura", confesó. Por otro lado, señaló que ha intentado ofrecer "una reflexión sobre el otro", es decir, Santiago enloquece porque su vida se ha vuelto insoportable tras la muerte de su mujer por un cáncer y la de su hijo en un accidente de trágico, y quiere ser otro, no él, "un sentimiento duro que hemos tenido otro", dijo.
Reconoció que él mismo se ha tenido que meter en la piel de una mujer durante cinco años para abordar la novela que está escrita en primera persona por Dana.
El autor de 'El converso' señaló a Europa Press que ha intentado "contar como el pasado de la sociedad española en la narración, pues las raíces judías son la herencia invisible de nuestra identidad como españoles". Al hilo de esto, destacó un estudio genético de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona donde se extrae la conclusión que "el 33 por ciento de los españoles tiene antepasados judíos o árabes, algo invisible en nuestra historia, pues desaparecieron de ella hace siglos".
Por otro lado, subrayó que "hurgar en las raíces colectivas e individuales" es uno de los ejes de la novela, junto con las raíces de la historia de España, pues la locura de Santiago se refleja en un texto olvidado de una revuelta inca contra los españoles en Perú, siendo esto parte del misterio de la novela.
Fajardo aseguró que "la ficción es una forma de conocimiento" y recurrió a una cita de Vargas Llosa para hablar de la ficción, "la verdad de las mentiras". En este sentido, dijo que cuando él escribe una obra "el lector sabe que está mintiendo, pero los autor y lector reconocen que es un juego de mentiras en el que se incluye una segunda parte". En ésta, según precisó, se refleja que "dentro de la mentira aparecen las emociones, los sentimientos o las evocaciones que tienen que ser verdad, es decir, la mentira se convierte en una herramienta para aproximarse a la verdad".