SEVILLA, 30 Jun. (EUROPA PRESS) -
El licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Sevilla, profesor de Secundaria y coordinador del Gabinete Pedagógico de Bellas Artes de Sevilla, Juan Luis Ravé, ha afirmado que el desconocimiento y la falta de interés de los sevillanos por la Iglesia de San Luis de los Franceses puede ser "probablemente" porque hoy día se trata de un edificio "civil y no hay una cofradía detrás o un culto diario".
En una entrevista concedida a Europa Press, Ravé ha recordado que el edificio es propiedad de la Diputación de Sevilla desde el siglo XIX, si bien hasta finales de los años 60 del siglo pasado, las hermanas de la Caridad cuidaban a los niños de las escuelas de San Luis, "una institución de beneficencia del organismo provincial". "Cuando se fueron las monjas dejó de tener función religiosa", precisó, comentando que "el problema es que no cabe una hermandad por la puerta".
Ravé, junto con la diputada provincial de Cultura e Identidad, Guillermina Navarro, presenta hoy miércoles el libro 'San Luis de los Franceses', una síntesis de los estudios realizados sobre el edificio durante el siglo XX. No obstante, según aclaró, el propio monumento requería otro tratamiento más específico para abordar cuestiones como el autor, los mecenas y quienes estaban detrás para que la obra resultara tan "unitaria, coherente, inteligente y didáctica".
En este sentido, añadió que de la publicación le interesó la parte histórica, los promotores del edificio, el contacto de los artistas. Al final ha quedado como un libro de investigación con aportaciones novedosas bastante más de las que creía al principio del proyecto.
Entre las novedades, el profesor Juan Luis Ravé ha señalado los nombres de los rectores del colegio que hicieron posible que este edificio esté tan conectado con el arte romano, "grande personajes de la orden jesuita en la ciudad de Sevilla que viajan constantemente a Roma trasladando las últimas novedades artísticas al día". Esa conexión, según indicó, "no se conocía", afirmando que se trataba de cuatro rectores que se suceden durante el proceso de construcción del templo, que va desde 1699 a 1731.
Por otro lado, el licenciado en Historia del Arte ha subrayado que la publicación es una forma de relanza la "obra maestra del barroco hispánico, un edificio muy conocido internacionalmente, muy valorado y, sin embargo, los sevillanos no le dan la importancia y categoría que tiene".
EDIFICIO COHERENTE
Así, ha explicado que al edifico lo hace diferente y único "la coherencia entre la arquitectura, la ideología, la pintura, el sentido didáctico y el mensaje que transmite". En este sentido, añadió que se trata de "una iglesia actual y moderna, pensada con un planteamiento audiovisual y de nuestro tiempo".
De esta manera, Ravé, sin querer llegar a caer en el chovinismo, ha resaltado que se trata del templo "más coherente" de los edificios barrocos que se encuentran en Andalucía, como la fachada de la Catedral de Jaén. Por otro lado, ha recordado que en él intervinieron los mejores artistas del momento como Leonardo de Figueroa, Duque Cornejo y Domingo Martínez, "los grandes especialistas en arquitectura, pintura y escultura", además otros artistas menores.
San Luis era la capilla pública del noviciado de la provincia Bética de la Compañía de Jesús y fue especialmente cuidada, en cuanto a su diseño y decoración, porque la orden entendía que el noviciado era "la pupila de los ojos de la provincia". Además, desde el punto de vista cultural y simbólico, Ravé ha destacado que es uno de los espacios "más ambiciosos, en cuanto pretende recrear un templo destinado al culto divino, recuperando la morfología y la simbología del templo de Jerusalén".
Asimismo, ha añadido que como "excelente edificio barroco, procura persuadir al espectador y transmitirle un complejo programa iconográfico, basado en las virtudes y en los principios de la sabiduría divina, así como programas y mensajes que se transmiten a través de la arquitectura, del complejo sistema de iluminación y por medio del concurso acompasado de todas las bellas artes reunidas en su interior".
Por último, el autor de varias monografías sobre el patrimonio de la villa de Marchena (Sevilla) expresó que el interés de la obra está en el nacimiento de nuevas vías de investigación, pues las dificultades documentales han sido evidentes, por lo que concluyó que se pueden buscar datos a través de sermones o en el propio edificio, que "tiene mucho que decir" en las inscripciones, en los retablos, en las paredes y pinturas.
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