Julia Navarro alerta del "actual periodismo domesticado y mediatizado" en 'Dime quién soy', "un retrato del siglo XX"

La Periodista Julia Navarro
PLAZA&JANÉS
Actualizado: miércoles, 14 abril 2010 17:12

La periodista confiesa que "nunca ha escrito novelas de historia, sino que mira hacia atrás para contar el presente"

SEVILLA, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -

La escritora y periodista Julia Navarro ha presentado hoy en Sevilla su nueva obra, 'Dime quién soy' (Plaza&Janés), donde ha intentado "novelar la historia trágica del siglo XX, a través de la tragedia de los personajes", ofreciendo, además, una llamada de atención sobre la situación del periodismo español actual, "mediatizado y domesticado".

Así, en una entrevista concedida a Europa Press, Navarro que retrata el siglo XX, desde la caída de la II República hasta el día de la caída del Muro de Berlín, tratando la Guerra Civil española, la posguerra, la Europa de entre guerras, el stalinismo, el fascismo o la Guerra Fría, entre otros acontecimientos del siglo XX, a través de la vida de Amelia y la búsqueda de su historia por parte de Guillermo, un joven periodista español.

Tras el personaje de Guillermo, se ofrece, según la escritora madrileña, "una denuncia de la situación de la prensa en este país, donde el periodismo está demasiado mediatizado por los intereses políticos y económicos, que dependen en su mayoría de los políticos, lo que causa el fenómeno de la pescadilla que se muerde la cola". En este sentido, señaló que estos intereses van en detrimento de los intereses de los periodistas, que no son otros que los de contar lo que sucede y contarlo desde la libertad y no desde la mediatización de unos intereses".

Del mismo modo, apuntó que hace una llamada de atención sobre los periodistas jóvenes, "los que sufren más esta mediatización, pues a los sueldos bajos y los contratos precarios, suman el miedo a perder el empleo que les lleva a ser más silenciosos y menos rebelde de lo que debieran".

Navarro confesó que sus más de 30 años en la profesión le permite decir "lo que le venga en gana" y así quiere "romper una lanza a través de la novela en favor de sus jóvenes compañeros", viendo en el personaje de Guillermo, su hijo. Asimismo, apuntó que siente "la obligación de alertar de la situación, manifiestamente mejorable entre todos, veteranos y jóvenes, para recuperar el poder para las redacciones".

En este sentido, explicó que ella se hizo periodista en la Transición democrática, donde las redacciones eran "una explosión de libertad, mientras hoy día, pese a la existencia de muchos estatutos de redacción, todos conocen los intereses de su medio y los propios periodistas ejercen su propio autocontrol". "Al periodismo español lo han domesticado y no cumple con su función de contar la verdad y ofrecer un contrapeso frente al poder", concluyó.

"RETO Y RUPTURA"

Navarro, que consideró esta novela "un reto" y "una ruptura" con respecto a las tres anteriores, 'La hermandad de la sábana santa', 'La Biblia de barro' y 'La sangre de los inocentes', confesó que con esta obra quería seguir evolucionando y quería hacerlo escribiendo sobre un siglo "sangriento y apasionante".

La periodista, que en la actualidad trabaja para la Agencia Europa Press, señaló "los que afirman que ella escribe libros históricos es que no se han leído sus novelas, pues nunca ha escrito novelas de historia, sino que siempre han tenido una mirada hacia atrás para contar el presente".

En el retrato del siglo XX que plasma en 'Dime quién soy', que ya prepara su tercera edición, se refleja, según Navarro, lo que significaron las dos grandes ideologías de la centuria pasada, el stalinismo y el fascismo con "su peor cara, el nazismo". En este sentido, expresó que es "importante no olvidar lo que sucedió" y que la sociedad tiene "la obligación de seguir recordando la página más negra de la historia de la humanidad, la del nazismo y los campos de exterminio".

'Dime quién soy' se divide en capítulos a través de los hombres de la vida de Amelia. Así, aparecen Guillermo, Santiago, que representa la Guerra Civil y la posguerra; Pierre, el revolucionario francés que refleja la revolución soviética; Albert, el americano "enamorado" de la Europa de entre guerras que relata las causas de la II Guerra Mundial; y Max, que simboliza "la Alemania que destroza Europa".

A través de estos hombres "tan distintos, en orígenes e ideologías, que confluyen en Amelia, se cuenta la vida de ésta, una mujer que toma las riendas de su vida en una época que esto era "revolucionario". En este sentido, precisó que ella "las toma con el riesgo de perder, como a la postre se evidencia que fue una perdedora, pero que siempre mira hacia adelante".

"La tragedia de estos personajes es la tragedia del siglo XX, representando los momentos más dramáticos del siglo", aseguró. Con respecto a Amelia, añadió que se trata de "una mujer que evoluciona desde la niña de la burguesía intrascendente que es hasta una mujer llena de ambigüedades y matices". "No he querido describir una heroína, sino una mujer de carne y hueso con gran profundidad", matizó, advirtiendo de que los lectores "no encontrarán al héroe maravilloso y guapo, sino a gente que hacen cosas extraordinarias porque les toca vivir momentos extraordinarios".

"LA CULTURA NO ES GRATIS"

Navarro adelantó a Europa Press que la obra se va a convertir en "la primera novela española que se vende en el mercado de los móviles, es decir, la editorial Random House pondrá a disposición de los usuarios de Ipod y Iphone una aplicación para la descargar de la novela". Al mismo tiempo, añadió que en "junio la obra podrá adquirirse por Internet".

La periodista, que se mostró a favor de acercar la literatura a nuevas lectores a través de las nuevas tecnologías, confesó su preocupación por el acceso a estos contenidos, apostando por "garantizar los derechos de autor y la propiedad intelectual".

En este sentido, afirmó que "España está instalada en la idea del gratis total y la cultura no es gratis". El trabajo de dos años y medio que ha conllevado la obra "no es gratis", dijo, si bien reconoció que "dependiendo del formato varíe el precio".

Por último, aceptó que el país ha dado "un paso con la Ley de Sostenibilidad de la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, pero no es suficiente, pues el problema está en la educación, ya que se está robando y la sociedad se tiene que enseñar para no convertirla en pirata".