SEVILLA 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, Juan Espadas, y el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, han procedido hoy a la entrega de los proyectos de obras de rehabilitación a los representantes de 58 comunidades de vecinos del casco histórico Norte de la ciudad, trámite con el que se inician las labores para recuperar inmuebles y el reconocimiento de las ayudas públicas que para ejecutarlos contempla el Plan Concertado de Vivienda y Suelo 2008-2012.
En las actuaciones, que benefician a los propietarios de 546 viviendas y suponen la creación de 400 puestos de trabajo, se invertirán 4,02 millones de euros a cargo de la Consejería, un 90 por ciento de media de la cantidad en la que se han presupuestado los trabajos. El otro 10 por ciento de porcentaje medio restante lo ponen los vecinos, en su mayoría de recursos económicos limitados.
Salvo en el caso de una actuación acogida a los Planes de Rehabilitación de Edificios, las restantes 57 subvenciones concedidas están integradas en el Programa de Rehabilitación Singular, que concede ayudas entre 7.500 y 10.500 euros para acometer trabajos de adecuación en zonas comunes de edificios en los que los ingresos de al menos la mitad de sus inquilinos no superan en 2,5 veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (Iprem).
Esas ayudas se plasmarán en la instalación de 12 ascensores y la supresión de barreras arquitectónicas. La aportación de Vivienda se incrementa hasta una horquilla que oscila entre los 9.500 y los 13.300 euros.
Las actuaciones se centrarán en los barrios de la Alameda, San Luis, San Julián y San Vicente, "la gran olvidada" de la capital hispalense, según Monteseirín, que en su alocución incidió en la necesidad de conseguir recuperar y mantener las viviendas existentes en la zona, al tiempo que atraer a nuevos segmentos poblacionales a estos lugares.
El Ayuntamiento, añadió, solicitará a la Consejería un centenar de actuaciones más para el próximo ejercicio "no sólo aquí --en referencia al casco histórico Norte--, sino en otras zonas donde los ciudadanos lo puedan necesitar".
Espadas, de su lado, remarcó la necesidad de colaboración interadministrativa para no centrar la política social urbanística en la expansión de la ciudad hacia nuevos territorios, sino también en la rehabilitación de lo ya existente.