Maruja Torres ve "insoportable" que los españoles pierdan libertades y bienestar en un país "peligroso políticamente"

La escritora Maruja Torres
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 7 abril 2011 20:55

Confiesa que "tenía muchas ganas de matar como periodista, pero en la vida real no podía"

SEVILLA, 7 Abr. (EUROPA PRESS) -

La escritora Maruja Torres califica de "insoportable" la situación por la que atraviesa en la actualidad España, donde los ciudadanos pierden libertades y bienestar, "con más de cuatro millones de parados", en un país, a su juicio, "muy peligroso políticamente" y ante lo cual "lo mínimo que se podía hacer es una limpieza brutal, empezando por Cataluña", puesto que "están libres todos los que hacen grandes estafas".

En un encuentro con periodistas este jueves en Sevilla para presentar su último libro y primera novela policíaca, 'Fácil de matar', Torres ha reconocido que "hay un retorno --no de la derecha civilizada que nunca se ha tenido--, en el que vuelve la venganza y como los otros son tan torpes estamos en peligro, tenemos que indignarnos y estar firmes; y ahí estaré yo mientras mi mente aguante", proclama la escritora.

En este sentido, argumenta que "todo el mundo vota sin plantearse una tercera vía", de modo que "hay que reeducarnos políticamente para no votar como esclavos ni del miedo a unos y ni de la lealtad a otros", y en esta situación, cree ella, "los jóvenes deben recomponerse, hacer algo y presentar oportunidades".

Además, considera que Occidente es "la sociedad de la indiferencia, la codicia, el provecho inmediato y el individualismo salvaje", cuyas condiciones, asevera, "se han impuesto en Líbano --país en el que se ambienta 'Fácil de matar'-- y han eliminado la clase social que leía los periódicos en los cafés, dejaba pasar el tiempo con las tertulias y formaba un tejido".

Al respecto, manifiesta que "Líbano es un perpetuo dispersamiento de grandes gentes muy emprendedoras, pero que sólo emprenden el presente, nunca confían en el futuro y siempre recuerdan el pasado". Por tanto, sentencia, "serían extremos deformados de nuestra forma de ser". Aún con todo, "España es mucho más peligrosa políticamente en este momento que un Beirut que se vuelve cansino, porque Líbano es el único país que no ha entrado en crisis", explica.

Asimismo, Torres relata que en Líbano "hay muchas librerías y una libertad de expresión e inteligencia brutal tras el caldo de cultivo generado allí desde los años 60 con los palestinos y todos los líderes políticos oprimidos por los dictadores de alrededor", lo que ha supuesto "una provocación para Israel y Líbano se ha convertido en el escenario de batallas, unido a la efervescencia intelectual que después desemboca en el islamismo".

Entretanto, destaca que está "harta de asistir a espectáculos de flamenco" en otros países, porque, a su juicio, "se siembra la imitación por donde vayamos y eso es lo peor", al tiempo que declara que "si no me evacuan cuando estoy en un bombardeo, pues me quedo en el sitio, además las evacuaciones las paga el evacuado, sino que venga el ex ministro de Asuntos Exteriores Moratinos y lo desmienta".

"SÓLO EL DINERO TE GARANTIZA LA INDEPENDENCIA"

Por otra parte, Maruja Torres defiende que "el periodista mientras más justamente pagado esté más libre es y puede plantar cara al poder", algo que tal y como ha recordado, "en el franquismo el periodista estaba muy subvencionado por los grupos de poder, pero ahora todo se ha encogido y sólo el dinero te garantiza la independencia". Una premisa que, agrega, "las mujeres sabemos muy bien, porque con nuestro primer sueldo hicimos más por nosotras mismas que leyendo todos los libros feministas de la época, puesto que sólo una mujer independiente puede escaparse de un hombre".

La escritora, con 68 años, confiesa que "tenía muchas ganas de matar como periodista, pero en la vida real no podía", por ello se le ocurrió empezar a buscar un 'alter ego' y decidió rescatar a Diana Dial, la protagonista de su primera obra policíaca. Así, justifica su afán de periodista que "aunque no haga reportajes, me fijo mucho y saco conclusiones de mis largos años en Beirut".

De este modo, Maruja Torres inspira su relato "en la cuenca mediterránea, donde nació la tragedia griega, el crimen político, la corrupción o el aceite de oliva, que tanto nos unen a todos". En general, realiza "una crónica de costumbres mortíferas de Beirut, donde aceptan cosas arcaicas y muy feudales como algo normal".

"UN GRAN EJERCICIO", COMO TEJER UNA COLCHA

Así comienza su trayecto por la novela negra, donde "tú no puedes detenerte" a clamar por "la injusticia del mundo", de modo que "hay que hacer que los personajes se comporten y adquieran caracteres mientras cuentan la acción", algo que para Maruja, "ha sido un gran ejercicio y he disfrutado mucho al ver que avanzaba, hasta que me atasqué y empecé a hacer una colcha, que es como una novela, y acabé la obra cinco meses después, mientras que la colcha la sigo a la espera de entrar en el récord Guinness", ironiza.

Tras ello, desvela que ha aprendido a narrar con Hitchcock, de hecho, su nueva obra tiene "una acción cinematográfica y respeta las convenciones del género". Según comenta Maruja, "desde los 16 años leo novela policíaca, que era de lo poco que no se censuraba" y para su obra ha leído libros "de memoria" y ha visto "muchas" películas y series.

En 'Fácil de matar', Diana Dial es una periodista de 54 años retirada, ex mujer de un importante empresario y que al divorciarse le pasó una generosa pensión vitalicia que le permite vivir como siempre lo ha hecho, como una nómada. A punto de abandonar Beirut, ocurre un nuevo atentado. Tony Asmar, el hijo pequeño de una importante familia de cristianos maronitas, muere junto a dos criadas etíopes.

Con la ayuda de su fiel criada filipina, un singular chofer y un investigador todoterreno, Diana Dial se dejará guiar por su instinto hasta dar con la verdad.

PRÓXIMOS PROYECTOS

Al hilo de ello, Maruja Torres adelanta que en la continuación de 'Fácil de matar', la protagonista Diana viajará a Egipto, donde le espera "un ajuste de cuentas", en un país que "ya masca la tragedia --antes de la marcha del ex presidente Mubarak--, porque la gente no puede más de hambre".

Y es que, para ella, "estas novelas de la cuenca del Mediterráneo reflejan en cierta manera el neocolonialismo occidental de estos países árabes, a través de las agencias de viajes, las empresas de energía o incluso las ONG". Además, añade, "hay gente que es miserable por donde quiera que vaya y se muestra más miserable en países así", características que recoge en su libro, que se basa en "el último colonialismo antes de los vientos de libertad".

Así, la escritora revela que "siempre" llora cuando acaba una novela, "porque me quedo sin mis personajes queridos, que se los queda la editorial haciéndole cosas y cuando los vuelvo a encontrar ya volvemos a vivir nuestra vida, sueño con ellos". Mientras tanto, sostiene que "ser mayor te libera y a estas alturas de la vida, uno no tiene que cortarse", aunque, "se que me moriré y en el máster de 'El País' no actuaré nunca".