Médicos del Mundo teme una salida "en negativo" de la crisis y el crecimiento del "neofascismo"

Europa Press Andalucía
Actualizado: jueves, 17 septiembre 2009 18:04

CARMONA (SEVILLA) 17 (EUROPA PRESS)

El presidente de Médicos del Mundo en Andalucía, Carlos Artundo, declaró que se puede salir de la crisis, pero "en negativo por dos factores: no hemos aprendido nada de nuestros errores y, lo más problemático, podrían desembocarse situaciones democráticas débiles como el neofascismo; con un trato a los emigrantes como animales".

Artundo realizó estas declaraciones en el curso de verano de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) 'Encuentros sostenibles: Comunicación, ciencia y medio ambiente', concretamente en la mesa redonda 'Segridad, salud y soberanía alimentarias', que se desarrolla estos días en Carmona (Sevilla).

Además, dijo que no hay sólo una crisis financiera, "sino también ecológica, de los sistemas políticos y de gobernanza, a nivel social, cultural, de valores e ideas. No es una crisis cualquiera, sino especial, de primer orden".

Sobre el concepto de seguridad en África afirmó que es "poder tener agua y alimentos cada día para comer. La soberanía alimentaria lo que aporta es implicar la protección del mercado local contra productos excedentes más baratos en el mercado internacional y contra el 'dumping'".

Una de las luchas de Médicos del mundo es luchar contra las enfermedades en los países subdesarrollados o en vías de desarrollo y enfatizó que la mayoría de ellas "están relacionadas con la alimentación, el agua, el saneamiento y el medio ambiente. La mortalidad infantil tiene su origen en la malnutrición, como las enfermedades diarreicas o la insalubridad del medio".

Al hilo, agregó que el hambre en el mundo "está aumentando, ya que tiene su origen en el precio elevado de los alimentos." La gente más pobre, son, para la ONG, "aquellas sin tierras y hogares a cargo de las mujeres son los más perjudicados. Lo peor es que las respuestas de los gobiernos en políticas para combatirla han tenido un efecto limitado, por no decir nulos".

Mientras crecía la economía, añade Artundo, "ignorábamos muchos el incremento bestial de las desigualdades y el deterioro ecológico. Además, la globalización no ha cubierto unas reglas básicas a nivel internacional: la protección de los derechos humanos", espetó.

Por último, indicó que los cambios son posibles e imprescindibles "a nivel individual, cultural, políticos y sistémicos. Hay que valorar el regalo de la existencia; apostar por el desarrollo sostenible; redistribuir la riqueza y el tiempo de trabajo, ya que resulta más eficiente; y por último un gran cambio político con una calidad democrática buena", concluyó.

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