PP-A insta a la renovación bienal de la comisión artística del CAT y apela a la "calidad indiscutible" del socio privado

SEVILLA 27 Mar. (EUROPA PRESS) -

El portavoz de Cultura del PP en el Parlamento andaluz, Antonio Garrido, ha dicho que los integrantes de la comisión artística que dirigirá el nuevo Centro Andaluz de Teatro (CAT) --presentado este miércoles-- "deberían estar como máximo dos años" y "lo más alejados posible de la política", al tiempo que ha destacado la "importancia de la calidad indiscutible de los socios privados y su compromiso económico".

En declaraciones a Europa Press, Garrido ha señalado que "lo primero que le llama la atención" es que los consejeros de Cultura anteriores "no deben tener mucho cariño al actual" porque Luciano Alonso "está planteando en éste y en otros temas uno cambios que significan llevar a cabo políticas opuestas a los de los últimos años", lo cual "no me desagrada" porque "son planteamientos que llevo defendiendo nueve años en el Parlamento andaluz"

Entre dichos planteamientos está la creación de una comisión, porque el antiguo CAT "funcionaba como una especie de cortijo donde una persona decidía, con resultados muy mediocres". Ahora bien, matiza, los integrantes de este comisión artística "deberían estar como máximo dos años", un aspecto que considera "fundamental para no agarrarse al sillón". "Una comisión perenne es lo mismo que un director perenne", añade. Además, debe tratarse de miembros "de intachable prestigio y lo más alejados posible de la política".

Otro de los aspectos defendidos por Garrido son las producciones con privados, que "como planteamiento teórico está bien, pero con el que hay que tener mucho cuidado", porque "se puede caer en la tentación de hacer producciones en las que lo privado sea una cosa simbólica y lo público sea quien aguante el tirón". Por ello, el portavoz popular insta "a trabajar con entidades privadas de reconocido prestigio o que aporten algo verdaderamente nuevo", y, advierte, "nunca puede ir en detrimento de lo privado, es decir, no puede hacer competencia desleal a lo privado".

Del mismo modo, Garrido apuesta porque este nuevo modelo "abandone los localismos", porque "vamos a ser andaluces, y, por lo tanto, estamos obligados a ser universales por definición", puesto que el CAT "siempre ha pecado de falta de originalidad y de poca calidad". En este sentido, apuesta también "por más libertad, menos ideología, montajes menos políticamente correctos, mucho oxígeno y más colaboración de calidad y nivel", ya que el Centro "siempre se ha planteado como hilo conductor de una ideología débil que no ha llegado nunca a nadie, por eso no ha tenido éxito".

"DE EDUCAR A DIRIGIR AL ESPECTADOR NO HAY MÁS QUE UN PASO"

Sobre la formación de nuevos públicos, una de las acciones del nuevo modelo presentado este miércoles, Garrido opina que "el producto artístico gusta o no", y aunque "puedes educar, hay que tener cuidado, porque de educar a dirigir al espectador no hay más que un paso".

"Lo que está claro es que el modelo anterior, como he dicho tanta veces, no servía", puesto que "no estaba bien planteado, no tenía músculo, ni nivel, ni ambición, porque no tenía competencia". Así, y ante esta nueva etapa, "hacen falta dos cosas: la indiscutible calidad del socio privado y que éste ponga una parte y lo diga con claridad"; que el privado "se arriesgue y así se arriesga el CAT". "Hay que recuperar el riesgo, la incertidumbre de la noche de estreno; el CAT se la tiene que jugar, porque no se la ha jugado nunca y nunca ha tenido espíritu de superación".