LA RINCONADA (SEVILLA), 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de La Rinconada (Sevilla), gobernado por Javier Fernández (PSOE), espera que durante los próximos días, quizá la próxima semana, se celebre una reunión de todas las partes implicadas en el conflicto surgido al anunciar la compañía Ebro Puleva el cierre de sus instalaciones rinconeras a consecuencia de las restricciones de la nueva Organización Común de Mercados (OCM) del azúcar, según indicaron a Europa Press fuentes municipales.
El Ayuntamiento, según tales fuentes, no estaba convocado ni tampoco ha asistido a la reunión celebrada hoy entre las cúpulas de la empresa, la Consejería de Agricultura y Pesca y las organizaciones sindicales CCOO y UGT, que han pergeñado un documento relativo a las compensaciones que habría de recibir el municipio de La Rinconada a cuenta del cierre de la planta azucarera, que da empleo a unos 200 trabajadores pero está condenada a clausurarse a cuenta del plan de reestructuración de Ebro Puleva, que deviene a su vez de las imposiciones de la nueva OCM del azúcar.
No obstante, el Gobierno municipal de Javier Fernández tiene entre sus previsiones la celebración de una reunión con las mismas partes hoy presentes y, esta vez sí, con la participación del Ayuntamiento.
Inicialmente, el comité de empresa de esta planta azucarera y el Gobierno municipal de La Rinconada rechazaron totalmente los planes de reestructuración de Ebro Puleva por cuanto no contemplan "ninguna medida" paliativa o de reindustrialización que compense el cierre de las instalaciones. Javier Fernández, de su lado, ya había reclamado en su día "un plan que venga con el visto bueno, el respaldo y la aceptación del comité de empresa", recordando que esta planta de molturación de remolacha y producción de azúcar constituyó antaño la primera industria de la localidad y que supone la economía de unas 200 familias.
En ese mismo sentido, había advertido de que los suelos que ocupa la planta azucarera no serían recalificados una vez Ebro Puleva suspendiera la actividad, mientras Ebro Puleva prevé en su plan de reestructuración la desaparición de la planta sevillana y las de Jerez de la Frontera (Cádiz) y Peñafiel (Valladolid), invirtiendo 72,6 millones de euros en la zona Sur con 36 millones para la planta de biodiésel de Jédula (Cádiz), 30 millones para una refinería en Guadalete (Cádiz) y otros 6,6 millones para la construcción de silos de almacenaje en el puerto de La Cabezuela, también en Cádiz.
En cuanto a las tres plantas a clausurar, la empresa espera que la situación no derive en despidos del personal fijo, apostando así por las prejubilaciones y los traslados.
