Sevilla.- Un estudio analiza el fenómeno 'cani' y parte de la hipótesis de que no se distinguen del resto de jóvenes

Actualizado: sábado, 26 mayo 2007 12:54

SEVILLA, 26 May. (EUROPA PRESS) -

Un estudio de la Universidad de Sevilla, elaborado por el departamento de Psicología Social, analiza el fenómeno 'cani' para conocer si realmente conforman una 'tribu' social o urbana, aunque se parte de una hipótesis 'nula', es decir, que no tienen especiales diferencias con otros jóvenes de su misma edad.

Según explicó a Europa Press el responsable del proyecto, el catedrático Manuel Marín Sánchez, en la primera fase de este estudio 'piloto' se han entrevistado a más de 400 jóvenes, la mitad con apariencia de ser 'cani' y la otra mitad sin los elementos que los caracterizan, prendas deportivas en tono claro, gorra de béisbol o accesorios dorados, entre otros.

"Partimos de la hipótesis de que no son diferentes al resto de jóvenes de su misma edad; para ello, estamos analizando los comportamientos de los dos grupos a nivel de valores y actitudes, por si hay diferencias entre la posición de los jóvenes que se consideran canis y conocer de dónde procede el fenómeno", indicó.

Si bien esta tribu social no se circunscribe sólo al ámbito de Sevilla, el estudio sólo ha tomado como muestra jóvenes de la ciudad, donde en principio se originó este fenómeno para extenderse después a otras provincias aunque se les denomine de distinta forma, por ejemplo, 'burracos' en Huelva, 'angangos' en Cádiz o 'hichis' en Málaga.

Marín ya participó hace más de tres años en la elaboración de un estudio sobre la violencia en la juventud urbana andaluza. Entonces, concluyó que el joven de por sí no es violento pero que sí existe un sector de la población que tiende a estas conductas, así como subrayó la importancia de educación en la familia.

CARACTERÍSTICAS

El inicio del fenómeno 'cani' a finales de 2003 o principios de 2004, cuando grupos de jóvenes avisaban de la presencia de estos jóvenes delinquiendo en Triana y Distrito Nervión, según explicó ya el Jefe Superior de Policía de Andalucía Occidental, Jesús Enrique Álvarez Riestra.

Describió que estos jóvenes pertenecen a pandillas procedentes de barrios periféricos de la capital que actúan con violencia hacia otros jóvenes de estatus social que entienden acomodados y denominan 'pijos'. Expuso que generalmente no sustraen nada sino los agreden por la imagen que representan, aunque a veces roban móviles, dinero, tabaco o incluso las motos.

Se definen como 'canis' en Sevilla pero están presentes en toda Andalucía con denominaciones como 'burracos' en Huelva, 'angangos' en Cádiz o 'hichis' en Málaga. No obstante, y a pesar de que se podría pensar que se trata de un grupo organizado, Alvarez Riestra rechazó por completo esta posibilidad y aseguró que se trata de "jóvenes con poca formación y mucha frustración".

"No se trata de nuevos grupos sino que han existido siempre, son los antiguos pandilleros pero con estética deportiva", especificó para precisar que no todos los que visten de esa manera son canis y que la Policía sólo define así a los que delinquen.

En la descripción de los 'canis' detalló que tienen entre 15 y 25 años, visten ropa y calzado de marca del que hacen ostentación, el pelo rapado estilo cantante de 'Prodigy' --tipo cenicero, gomina en el flequillo y de punta la base--, visera de colores claros, gafas pastilleras y objetos de oro o plata, con preferencia por cadenas con medallones de sus equipos favoritos o de la imagen de Camarón de la Isla.

La movilidad se las confiere los ciclomotores, en los que van montados dos o incluso tres, siempre sin casco, y tiene una jerga al estilo de los pasotas. Así llaman a las chicas que les gustan 'burracas', saludan con un acento característico y tiene expresiones como 'illo, no me comas el talento'. En definitiva, Alvarez Riestra indicó que son los más chulos del barrio, tunean las motos --la última moda es ponerles altavoces-- y se conocen por motes; piden cigarros, insultan y gritan en la calle para llamar la atención.