SEVILLA 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
El concejal de Infraestructuras para la Sostenibilidad del Ayuntamiento de Sevilla, Antonio Rodrigo Torrijos (IU), confirmó hoy la renuncia formal de la familia de María Díaz Cortés, la anciana de 116 años que sobrevive en el asentamiento chabolista del Vacie, a ocupar una vivienda del parque social gestionado por la Oficina Técnica de Asistencia a Inquilinos en Situación de Abuso (Otaínsa), asegurando en este sentido que el organismo "ha perdido la capacidad negocial" con esta unidad familiar.
En rueda de prensa, Torrijos, que compareció acompañado del jefe de servicio de Otaínsa, Ángel Monge, señaló que la renuncia a la vivienda por parte de la familia de la anciana obedece a "motivos personales" y al hecho de que la vivienda, ubicada en la barriada de San Bernardo y que, según desveló, contaba con tres dormitorios y dos cuartos de baño, "no satisfacía las expectativas de la unidad familiar".
Según declaró el edil de IU, Otaínsa, de manera legal y por el interés público de la situación de María Díaz Cortés, a quien se quería garantizar "una residencia digna y aceptable para el desarrollo del resto de su vida", cedió esta vivienda por seis meses prorrogables a otros seis. A esta propuesta "la familia respondió que encantados, aunque luego aparecieron otro tipo de mediadores --en referencia, entre otros, a la presidenta de la Asociación Pro Derechos Humanos de los Menores de Andalucía (Apdhm-A), Asunción García Acosta, y al líder del Vacie, Ángel Montoya-- y los criterios ya fueron distintos", dijo.
Torrijos lamentó que "no haya sido posible" la cesión final de la vivienda, sin entrar a valorar las circunstancias, "con cierta legitimidad", que han provocado el rechazo final, en alusión a la pretensión de que la vivienda les fuera otorgada en propiedad o el deber de acometer el pago de los suministros de agua y electricidad, "que no son condiciones que estemos dispuestos a asumir", pues "no son criterios objetivos que puedan resolver el problema en su origen, los años que le queden de vida a la abuela".
LA SITUACIÓN "NO SERÁ ALMONEDA DE CAMBIO".
Ángel Monge, de su lado, alegó que a Otaínsa le sorprende "enormemente" este rechazo --el primero de estas circunstancias que se da con respecto a las viviendas del parque social--, ya que la prioridad del Consistorio era "sacar a esta mujer del Vacie, en unas condiciones vergonzantes". Añadió que mientras la familia hubiese vivido en este inmueble Otaínsa hubiese iniciado los trámites del expediente para otorgarles con posterioridad una vivienda en régimen de arrendamiento social para mayores de 65 años, en la cual sólo hubieran pagado el 5% de sus ingresos.
"Lo que ellos querían, en cambio, era una vivienda en propiedad, les daba igual si era de Otaínsa, de Emvisesa o de la Junta, pero nuestro servicio es rotatorio, para emergencias sociales, y no estábamos en disposición de poder ofrecer esto", indicó Monge, que defendió que ya hay del orden de una decena de familias viviendo en este parque, con una lista de espera que ya abarca la totalidad de viviendas del parque --unas 40, con varias decenas de viviendas de alojamiento temporal y otras 40 que se pretende poner en marcha en este año--.
El jefe de servicio de Otaínsa añadió que la familia ni siquiera ha ido a ver la vivienda y calificó la situación de "pulso absurdo" en base a la "atención mediática" que se le ha dado el caso.
Asimismo, el concejal de Infraestructuras para la Sostenibilidad negó cualquier posibilidad de retomar la negociación con la unidad familiar aunque ésta reconsidere su postura, alegando que "esto no es un juego" y que "no se hará de la situación una almoneda de cambio".