Sevilla.- Vecinos de Bami denuncian pedradas vandálicas desde las vías del tren, cuyo aumento de vallado piden

Los vecinos de la calle Baños de la Encina, en la barriada sevillana de Bami, pidieron hoy de manera pública que la administración competente actúe con respecto al recrecimiento del vallado de las cercanas vías del tren, para evitar las agresiones vandálicas con piedras que sufren "desde hace años".

El presidente de la asociación de vecinos 'Bami Unido' de la barriada, Rafael Castellano, indicó a Europa Press que las agresiones se concretan por parte de jóvenes que "juegan al tiro al blanco" con las casas, coches y terrazas de la vía, utilizando para ellos las piedras del balasto --la capa de grava que se tiende sobre la explanación de los ferrocarriles para asentar y sujetar sobre ella las traviesas--.

Los vándalos, dijo Castellano, se suben a las vallas de la vía del tren y llevan a cabo estos ataques, "de día o de noche, y que van a más en las últimas semanas, aumentando en verano". Los daños materiales producidos, agregó, son "numerosos", concretando en cristales, persianas y daños en los coches.

Pero, según el líder vecinal, los perjuicios no quedan ahí, puesto que estos actos "nos generan un constante estado de miedo a ser heridos dentro de nuestras casas o al salir a la calle". "Nos preocupa especialmente el daño psicológico sobre los niños, pues muchas veces tienen miedo a salir a la calle y es muy difícil explicarles por qué hay chicos malos que nos tiran piedras o por quécerramos a toda prisa las ventanas y bajamos las persianas cuando escuchamos ruido de cristales rotos", expuso.

Se han realizado, según el presidente de 'Bami Unido', numerosas denuncias ante los diferentes cuerpos de Policía, si bien cuando llegan los agentes, "si es que llegan", los vándalos o bien ya han desaparecido o huyen saltando la valla en dirección a losedificios y calles de la calle Manuel Fal Conde.

"Consideramos que estamos desprotegidos por las autoridades frente a estas agresiones, pues las denuncias no conducen a ningún sitio hasta ahora", lamentó Castellano, que defendió el derecho a "vivir en paz, salir a la calle y no mirar a las vías del tren con aprensión".

Con el recrecimiento de las vallas de la vía del tren en toda la extensión de la calle los vecinos consideran que se aumentaría la seguridad, "ya que se evitaría el constante trasiego de personas, muchas de ellas con evidentes signos de menoscabo de sus capacidades físicas y psicológicas".