SEVILLA, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía, Martín Soler, aseguró que existen "oportunidades" en las marcas blancas para el desarrollo empresarial, "frente a quienes creen que dificultan el mercado".
Soler realizó estas afirmaciones en referencia a la labor realizada por la firma andaluza Persan, cuyo presidente, José Moya Sanabria, recibió hoy el III Premio ABC a la Trayectoria Empresarial, y su alianza estratégica con la enseña valenciana Mercadona.
"Es posible una colaboración en cuanto a las marcas blancas, donde también hay oportunidades frente a quienes creen que dificulta el mercado", subrayó Soler, quien apuntó al desarrollo experimentado por Persan en un "sector competitivo liderado por grandes multinacionales".
El titular de Innovación se refirió así a Persan como una compañía "ejemplar" que ha basado su "éxito en la innovación y la búsqueda de la excelencia diaria". En este sentido reivindicó el papel del empresariado en la Comunidad y de sectores como el agroalimentario, el aeronáutico o el biotecnológico e insistió en la necesidad de un cambio de modelo productivo.
Soler aseguró que Andalucía "ha cambiado mucho, pero aún hay cosas por hacer" e instó a cambiar el modelo económico para salir de la crisis "con mayor fortaleza", donde la "oportunidad planteada por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, es adecuada, razonable y con la que hay que colaborar".
En este marco, insistió en que a pesar de las dificultades, "comienzan a aparecer indicadores que apuntan que las cosas pueden ir mejor", por lo que advirtió de la necesidad de trasladar un mensaje de confianza a consumidores e inversores.
"TIEMPOS DUROS"
Por su parte, el presidente de Persan aseguró que la compañía, fundada en 1942, con una plantilla de 450 trabajadores y una facturación 300 millones, viene de "tiempos duros de posguerra y se ha caracterizado por un espíritu de pervivencia".
Sin embargo, ante la actual coyuntura reivindicó el papel del empresario "autoexigente y con espíritu de equipo" y lamentó que su labor no haya tenido "un reconocimiento social acorde con el riesgo que asumen y su generación de riqueza y empleo". Así, demandó un pacto de Gobierno y una política económica "responsable y valiente" que lleve a cabo una "transformación" del país.
En este sentido, apostó por la reducción de costes de las empresas, "abaratando el empleo y no el despido, con menores cuantías por cotización y modificando las normativas sobre absentismo laboral". Del mismo modo, abogó por reformas para disminuir el esfuerzo fiscal de las empresas, potenciar los sistemas de I+D+I, realizar cambios en la formación profesional y avanzar en las inversiones de infraestructuras, "disminuyendo la burocracia".
Por otra parte, Moya Sanabria apostó por poner al cliente final en el eje de todas las acciones y afirmó que las grandes distribuidoras internacionales "deben comprender que aquí no estamos en el norte de África, sino en Europa y que nos levantamos todos los días a trabajar".