SEVILLA, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Unión Sevillana del Taxi, una de las principales organizaciones del sector local del taxi, ha manifestado este viernes que condena "cualquier acto de violencia" allí donde suceda, avisando no obstante de que sobre la suspensión del mitin que tenía previsto celebrar en el teatro de San Juan de Aznalfarache la presidenta de la Junta y aspirante socialista a la reelección, Susana Díaz, media una versión según la cual "no hubo violencia" en la protesta protagonizada en dicho lugar por un grupo de taxistas. Por eso, ha llamado a "no usar" el asunto para "criminalizar" al sector del taxi.
En declaraciones a Europa Press, el presidente de la Unión Sevillana del Taxi, Fernando Morales, ha expuesto que hasta él han llegado "dos versiones" acerca de lo sucedido este pasado jueves por la noche a las puertas del teatro municipal de San Juan de Aznalfarache, donde el PSOE de Andalucía suspendió un mitin previsto con la intervención de su candidata a la reelección como presidenta de la Junta, Susana Díaz, a cuenta de una protesta protagonizada por un grupo de taxistas que habrían incurrido en comportamientos como golpear las puertas del recinto.
Según ha explicado Morales, media una versión de los hechos según la cual la actuación de estos taxistas se redujo a "una protesta" sin que "pasase nada violento", lo que le ha llevado a exponer que Unión Sevillana del Taxi condena cualquier acto de violencia, pero si lo sucedido se circunscribe a una simple "protesta", entonces "los políticos tienen que entender que la gente proteste".
"Si hay algún acto de violencia nosotros somos los primeros en condenarlo, pero que esto no se use para criminalizar al sector", ha aseverado Fernando Morales, insistiendo en la idea de que hay voces dentro del sector del taxi según las cuales en aquella movilización "no hubo violencia". "Si hay violencia se condena, pero mi gente dice que no la hubo", ha reiterado.
"INDIGNACIÓN" EN EL TAXI
Empero, ha expuesto que el sector sevillano del taxi está "indignadísimo" y vive momentos de "mucha incertidumbre" a cuenta de los gestos del Ayuntamiento hispalense ante la demanda de los taxistas respecto a más controles, inspecciones y restricciones sobre los vehículos de transporte concertado (VTC) que operan para empresas de alquiler de coches con conductor como Uber o Cabify.
A tal efecto, recordemos que recientemente, la Unión Sevillana del Taxi, Solidaridad Hispalense del Taxi y Élite Taxi desconvocaban un paro en el sector al comprometerse el Ayuntamiento a ser "muy exigente" con los conductores de VTC en los accesos al casco histórico y concretamente a las áreas declaradas de especial restricción al tráfico, donde está permitido el transporte público de viajeros previa autorización.
Después de aquel compromiso inicial del concejal de Movilidad, Juan Carlos Cabrera (PSOE), el portavoz del Gobierno local socialista y edil de Turismo, Antonio Muñoz, defendía que el Gobierno municipal "nunca ha puesto en tela de juicio" el acceso de los conductores de VTC a los hoteles del casco histórico a donde transportan turistas o acuden a recogerlos, merced a los servicios contratados por los mismos.
LAS DECLARACIONES DE CABRERA
Tal aspecto lo concretaba este pasado viernes, antes de los altercados denunciados, el propio Cabrera, quien recordaba que los VTC están considerados como "servicio público" de transporte de viajeros según la actual legislación, con lo que en una zona de especial restricción al tráfico "como puede ser el casco histórico" se les debe "permitir el acceso cuando tengan un punto de destino final" con relación a un servicio previamente contratado.
El Ayuntamiento, según indicaba, sí está impidiendo la circulación de estos vehículos "por dos vías" concretas del centro cuya señalización reserva el tráfico a los residentes y taxistas desde mucho antes de arrancar el conflicto entre los taxistas y los VTC, porque en el plano de la movilidad, el Consistorio considera que permitir "más carga" de tráfico en tales calles sería "perjudicial para la ciudadanía" en términos de "velocidad comercial". No obstante, precisaba que los VTC sí pueden acceder a estas dos calles en las situaciones en las que las mismas sean su "punto final" en un servicio previamente contratado.
Ante esta situación, Fernando Morales ha considerado que Cabrera ha "engañado" al sector del taxi y ha demostrado que "no tiene ningún peso", reclamando que sea el propio alcalde hispalense, Juan Espadas, quien aclare "qué es posible hacer" desde el Ayuntamiento respecto a los VTC "y que lo haga".
Y es que a la espera de la aplicación y desarrollo del reciente Real Decreto Ley destinado a permitir a las comunidades autónomas y los municipios regular y limitar las autorizaciones de VTC si así lo deciden, Fernando Morales avisa de que el Ayuntamiento de Sevilla "tiene que ejercer las competencias que tiene, porque no las aplica o sólo lo hace de forma parcial". "Queremos que el Ayuntamiento asuma su responsabilidad y un compromiso claro, no palabras que después no se cumplen", ha aseverado.