US tardará "años" en mejorar su actual situación económica si la Junta no acelera el ritmo de pagos pendientes

El rector de la Universidad de Sevilla (US), Antonio Ramírez de Arellano
EUROPA PRESS/US
Actualizado: sábado, 29 diciembre 2012 12:21

El rector lamenta que la normativa obligue a pagar con remanentes una deuda por un plan de saneamiento de los 90 en vez de negociarse la misma


SEVILLA, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -

El rector de la Universidad de Sevilla (US), Antonio Ramírez de Arellano, ha valorado la actual tesitura económica de la institución académica a cuenta de los recortes y cantidades pendientes de pago por parte de las administraciones central y autonómica, admitiendo en este sentido una mejora en los últimos tiempos por parte de la Junta de Andalucía a la hora de incluir en las transferencias operativas partidas destinadas a este efecto, si bien "el ritmo es bajo y debe mejorar", ya que, de no ser así, la Hispalense tardará "años" en mejorar la situación.

"El nivel de pago a proveedores se ha podido recuperar algo, pero no es satisfactorio", ha señalado en una entrevista concedida a Europa Press Ramírez de Arellano, que ha expuesto la existencia de un diálogo "constante" con la administración "en el que nos afirman que el compromiso es firme y que en el marco que sea materialmente posible irán atendiendo la situación".

El problema, que ha causado la disminución de hasta 55 millones, más de un 11 por ciento, en los presupuestos de la US para el próximo ejercicio, deriva, en primer lugar, de la disminución en los fondos aportados por el Estado y la Junta. En el caso del Gobierno de España, a la aminoración de un 18 por ciento en la dotación de becas, con el efecto que ello causa sobre familias que necesitan estos apoyos para cubrir los estudios, se une el "verdadero efecto", en alusión al cambio de la fórmula según la cual en lugar de subvenciones ahora se pasa a costear con préstamos partidas que deben ser devueltas a cargo de la financiación pública.

Para el rector de la Hispalense, esta metodología es "complicada" y "no tiene mucho sentido", en tanto que, además, introduce a un actor adicional, ya que la asunción de préstamos por parte de la universidad debe estar autorizada por la Junta, que tiene que aceptar esa deuda dentro de sus cuentas. Este "cambio de reglas del juego" lleva a "no tener cuantificado con claridad el efecto que se puede crear".

En lo tocante a la administración autonómica, Ramírez de Arellano ha incidido en que la disminución financiera alcanza los 180 millones de euros, cantidad aproximada en la que están cifrados los atrasos en los pagos de la Junta. En este ejercicio, y frente al abono de solo un 53 por ciento de lo comprometido el pasado año, ésta va manteniendo los compromisos asumidos, por lo que si en 2013 se mantiene la actuación, con dotaciones adicionales para recuperar los impagos, "se podrían acompasar gastos e ingresos".

LAS UNIVERSIDADES, EN EL "LIMBO"

Por ello, la US reclama que se formalice un plan de recuperación de las cantidades que se adeudan, toda vez que aunque las universidades "deben ser solidarias con la situación general", la vigente situación lleva a "terminar tomando prestando de nuestros proveedores", algo "injusto". En suma, se trata de incorporar los débitos para con las universidades a la estrategia general de liquidez de las administraciones, en contraposición al "limbo" en el que se encuentran actualmente.

Con todo, el recorte que más ampollas ha levantado en las instituciones universitarias españolas ha sido el sufrido por las partidas de I+D+i, que el rector de la US cifra en un 33 por ciento. Así, ha instado a "alinear esfuerzos" y que los gobiernos materialicen sus compromisos presupuestarios, dada la situación de "incertidumbre" que se crea, cristalizando la apuesta expresa por parte de la administración de "salir de la crisis a través de la innovación y el emprendimiento" a través de la dotación de recursos.

La Hispalense ya ha comenzado a actuar ante el panorama creado. La entidad seguirá manteniendo una estrategia de austeridad en el gasto corriente, que el próximo curso descenderá casi un 20 por ciento. Sin embargo, el rector admite que el margen de maniobra es escaso: de 430 millones solo se puede intervenir sobre el 10 por ciento -el resto son partidas prefijadas e inamovibles, como salarios o cantidades destinadas a proyectos "finalistas" de inversión o infraestructuras--, y de este porcentaje la mitad corresponde a gastos básicos y fundamentales como los suministros, la seguridad o la limpieza. A este respecto, Ramírez de Arellano ejemplifica al explicar que "si dejáramos de pagar la luz y el agua y cerráramos, se tendría que seguir pagando el 90 por ciento del dinero".

A día de hoy, la US puede sobrevivir dada la solvencia creada por la gestión "correcta" de años anteriores. No obstante, el rector avisa de que "se puede resistir durante un tiempo, pero no eternamente" a una situación de estas características, quedando todo "plenamente ligado" a lo que haga la Junta de Andalucía, pues "si ésta no puede mantener sus compromisos, la universidad no puede sostener su situación".

Asimismo, y a pesar de los "relevantes" ahorros implementados en partidas importantes, Ramírez de Arellano ha lamentado que la actual normativa obligue a utilizar los remanentes para pagar una "antiquísima" deuda de la US, contraída en los años 90, por un plan de saneamiento, en lugar de poder dedicarlos a investigación y otros conceptos "que necesitamos imperiosamente", algo que, teniendo sentido en el contexto general, supone "una situación contradictoria", pues es un débito "muy antiguo" que "el banco seguramente estaría dispuesto a negociar". "Es la pescadilla que se muerde la cola", concluye.