Fiscalía y acusación consideran a la mujer encausada "fundamental" en los hechos con "una participación intelectual y material"
SEVILLA, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
El jurado popular que enjuicia en la Audiencia Provincial de Sevilla a J.S.M.P., varón de 43 años y nacido en la República Dominicana, su pareja --J.M.A.B.--, de 33 años y nacionalidad nicaragüense, y B.D.M., de nacionalidad española y de 34 años, acusados de asesinar a una mujer de 90 años el 20 de noviembre de 2016 en su casa de La Rinconada en el marco de un robo en su hogar, ha oído este viernes los informes finales de las partes personadas y a los dos varones encausados haciendo uso de su derecho a la última palabra, en la que han declarado su "inocencia".
Los tres acusados, según el relato de los hechos de la Fiscalía, "puestos de común acuerdo y con el propósito de procurarse un ilícito beneficio, idearon un plan para apoderarse de la caja de caudales" que la víctima guardaba en su vivienda, y en concreto en el dormitorio destinado a las empleadas de hogar que se encargaban de su cuidado. Entre las 18,30 y las 20,00 horas del día 20 de noviembre de 2016, los acusados se dirigieron en coche al domicilio de la víctima en La Rinconada y llamaron al timbre, poniéndose frente a la puerta del inmueble la mujer encausada --que trabajó como cuidadora con la víctima-- a fin de que la fallecida "la reconociera y le abriera, ya que no solía abrir a desconocidos".
Una vez que la víctima abrió la puerta, los acusados, "de forma sorpresiva, se abalanzaron sobre ella y, con el propósito de acabar con su vida", le colocaron una cinta americana y un trapo impregnado de amoniaco alrededor del cuello "con el que ejercieron una presión violenta sobre los orificios respiratorios, boca y cuello" de la mujer, lo que le provocó el fallecimiento por asfixia a la aspiración de amoniaco "combinada con la obstrucción de los orificios respiratorios".
Este jueves las partes personadas --Fiscalía, acusación particular y defensas, elevaron a definitivas sus conclusiones, recordando que el Ministerio Público reclama 20 años de cárcel por un delito de asesinato y dos años y seis meses de prisión por un delito de robo con violencia en grado de tentativa para cada uno de los tres, mientras la acusación eleva dos años y medio la pena por el delito de asesinato para los encausados, actualmente en prisión. Por su parte, las defensas piden la libre absolución.
Pues bien este viernes era el momento para la evacuación del trámite de informes definitivos y tras este trámite, dos de los tres acusados, en concreto los dos varones, han hecho uso de su derecho a la última palabra. B.D.M. ha afirmado que es "inocente" de los hechos que se le acusan. "Sí fui a San José (de la Rinconada), pero no paré en ningún momento, me bajé del coche y volví haciendo autostop", ha afirmado en relación al viaje el día de los hechos a La Rinconada.
"Si hubiese hecho algo no se lo comentaría a la madre de mi hija ni a nadie", ha señalado sobre la declaración como testigo de su expareja y que las acusaciones y una defensa consideran relevante, pues la misma narra que B.D.M. un día que "vino de borrachera" le contó que "habían robado a una anciana que tenía dinero, donde trabajaba J.M.A.B. y que se le había ido de las manos". Al día siguiente le dijo que "se olvidara" de todo lo que le había contado porque "eran peligrosos", señalándole que en los hechos habían participado "J.S.M.P., su pareja, la acusada J.M.A.B., y un amigo del primero". "Vi cosas raras y me bajé del coche", le comentó.
Por su parte, J.S.M.P. ha asegurado que "nunca ha hecho nada a nadie", recordando que lleva once años trabajando a España y "nunca jamás hice nada a nadie, ni a mi hijo y tengo cuatro, que están sufriendo por verme aquí cuando soy inocente". "No soy un delincuente y nadie me ha señalado nunca, nada más que esta persona --B.D.M.-- por hacernos daño", ha concluido.
Tras la prueba practicada, la Fiscalía, en su informe final, señala que "los restos de ADN" de B.D.M. en el timbre de la vivienda y en la cinta americana usada para amordazar a la víctima, "dándose por sentado" que este acusado estuvo allí el día de los hechos. ** También ha considerado "evidente" la ubicación de los acusados en La Rinconada por el tráfico de llamadas telefónicas entre los acusados, la ubicación del GPS del móvil de B.D.M. y del lector de matrícula del vehículo de J.S.M.P.
El papel de J.M.A.B. para la Fiscalía es "evidente", con una intervención "trascendente", tanto con una participación "intelectual", porque sabía donde guardaba la mujer el dinero, sus costumbres, horarios, etc.; y "material", ya que "sabía que tenía que estar allí para que abriera".
El móvil del crimen era "apoderarse de la caja de los caudales" de la víctima, según la Fiscalía, que considera los hechos constitutivos de asesinato y no de homicidio al apreciar alevosía, en un ataque sorpresivo y del que no se pudo defender "una mujer de 90 años frente a tres jóvenes". El Ministerio Público ha mostrado "convencido plenamente" de que son los autores del asesinato.
LA ACUSADA "IDEÓ EL PLAN"
Por su parte, la acusación particular, que ejerce el único sobrino de la víctima, ha manifestado que la acusada "ideó el plan", según declaró la expareja de B.D.M., cuyo testimonio ha valorado porque esa una mujer que sufrió un episodio de violencia de género con el acusado.
"Tenían que matarle" porque de no ser así la víctima reconocería a la encausada, que trabajó con la anciana de cuidadora unas dos semanas. "Es un montaje perfectamente organizado por los tres", ha añadido el abogado Francisco Gómez Recolta en su informe final.
Con respecto al cruce de acusaciones entre los dos varones encausados, el letrado de la familia ha considerado que esto refleja que "son conscientes" de que participaron en los hechos.
"Está más claro que el agua que los tres participaron en el asesinato", ha asegurado el abogado. "Quizás no todos sean autores materiales, quizás sólo los dos, pero está claro que ella es fundamental y tuvo que estar allí para que la víctima abriera la puerta", ha concluido.
De otro lado, la defensa de B.D.M. ha basado su informe en la imposibilidad "física y matemática" de que su cliente estuviera en La Rinconada en el momento en el que se establece que ocurrieron los hechos y "doce minutos después en Tomares", apuntando para este argumentos al tráfico de llamadas y posicionamiento GPS del móvil de su defendido y a las llamadas realizadas por la víctima.
Además, ha descartado que haya huellas, sino "ADN, que se deja en todo lo que tocamos". Así, explica que el ADN de B.D.M. en el timbre se debe a que un día fue a llevar el bolso a la vivienda a la excuidadora acusada. Y en la cinta americana, porque J.S.M.P. la usaba para trabajar de mecánico y B.D.M. a veces trabajaba con él.
Por último, la defensa de los dos sudamericanos acusados, en un intenso relato completo de interrogantes, ha asegurado que "no hay pruebas" que ubiquen a sus defendidos, J.S.M.P. y J.M.A.B., en La Rinconada. Frente al plan ideado para robar que señala la Fiscalía, el abogado, en su informe final, ha indicado que la caja de los caudales permaneció en la vivienda, preguntándose: "¿si iban a robar por qué no se llevaron nada?".
Cuando "no hay pruebas hay que absolver" porque una condena de 25 años de cárcel "no repara el dolor ni devuelve la vida a la víctima", por lo que ha pedido al jurado que "sean fríos en el análisis de los hechos".
Según el abogado, estos tres acusados "eran la solución fácil a una problema complejo" para los investigadores de los hechos, tras un año indagando y sin resultados. "El robo es una invención", ha concluido el abogado antes de darse la sesión de este viernes por finalizada. El lunes el presidente del tribunal entregará a los miembros del jurado el objeto del veredicto, para que se retiren a deliberar posteriormente.
