ZARAGOZA, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado a tres hombres como autores del asesinato de Alberto D.M. el 29 de marzo de 2006, en Pinseque (Zaragoza), a quien querían robar algo más de 1,2 millones de euros, sumando entre los tres cien años de prisión. Alberto D.M. era conocido por la Policía de la capital aragonesa por su implicación en el mundo de las drogas.
El fallo condena a Fernando A.A., nacido en Santiago de Estero (Argentina) y de 36 años, a un total de 35 años de prisión, 22 y medio como autor de autor de un delito de asesinato agravado, cinco por un delito de detención ilegal, otros cinco por robo con violencia e intimidación y dos y medio por tenencia ilícita de armas, según se recoge en el fallo de la sentencia, con fecha 10 de julio de 2009.
Además, condena a Francisco Javier A.M., de 34 años, y a Rubén M. S., de 31, ambos de Valladolid, a un total de 32 años y medio de cárcel cada uno --22 y medio por un delito de asesinato agravado; cinco años por detención ilegal y a otros cincos por un delito continuado de robo con violencia e intimidación en las personas--.
Asimismo, los condenados deberán indemnizar, conjunta y solidariamente, a los herederos de Alberto D.M. con 100.000 euros por su fallecimiento, más la cantidad de 18.000 euros por el dinero sustraído, más los intereses legales oportunos. Los tres acusados podrán abonar todo el tiempo que han estado privados de libertad por esta causa, desde el 15 de marzo de 2006.
El fallo absuelve a Gemma María A.N., Mónica A.N., Juan Antonio Francisco A.S., Ángel David M.R. y Yurley Faride G.L. de los delitos de asesinato, detención ilegal, robos con violencia y tenencias ilícitas de armas por los que venían siendo acusados por el Ministerio Fiscal y la acusación particular.
HECHOS PROBADOS
La sentencia considera hechos probados que Fernando A.A., Francisco Javier A.M. y Rubén M.S., y una cuarta persona sin identificar, conocida como 'El Vaqui', se desplazaron desde Valladolid a Zaragoza, tras tener conocimiento de que Alberto D.M. podía tener algo más de 1,2 millones de euros, con el propósito de apoderarse de este dinero.
Para conseguir sus objetivos estas cuatro personas estaban dispuestas a realizar las actividades necesarias, incluida la muerte de Alberto D.M., para lo cual Fernando A.A. se hizo con una pistola marca Llama, modelo M-82, calibre 9 milímetros, con la numeración de serie borrada, que empleó posteriormente a tal fin, según se recoge en la sentencia.
Estas cuatro personas llegaron a la capital aragonesa el 28 de marzo de 2006 y esta tarde abordaron a Alberto D.M. en el barrio de Valdefierro cuando se disponía a entrar en su domicilio habitual, introduciéndole por la fuerza y contra su voluntad en una furgoneta desde la que se habían desplazado desde Valladolid, donde Fernando A.A., usando una navaja o cuchillo, le estuvo haciendo cortes al objeto de que revelara dónde tenía el dinero.
Estas cuatro personas procedieron después a registrar el domicilio de Alberto D.M. en Zaragoza, junto con él, pero contra su voluntad, para a continuación, dirigirse a la localidad de Pinseque, próxima a Zaragoza, también con Alberto D., donde éste tenía una segunda vivienda que ocupaba de manera más esporádica.
Allí, tras desconectar el sistema de alarma, procedieron a su registro, no encontrando lo que buscaban, si bien entre las dos viviendas se apoderaron de 18.000 euros que Alberto D.M. tenía guardados, así como tres teléfonos móviles, una cadena y un cordón, todos ellos de oro, que portaba consigo.
Tras acabar este segundo registro, y ya en la madrugada del día 29 de marzo de 2006, volvieron a la furgoneta, y una vez dentro de ésta, Fernando A.A. disparó con la pistola que portaba, en la rodilla de Alberto D.M., que se encontraba sentado.
A continuación, le disparó, a cañón tocante o muy próximo, en la parte de atrás de la cabeza, lo que ocasionó la muerte inmediata de Alberto D.M., todo esto en presencia de Francisco Javier A.M., Rubén M.S. y el llamado el 'Vaqui'.
Rubén M.S. y el 'Vaqui' procedieron inmediatamente a retirar el cadáver de Alberto D.M. y arrojarlo a la acequia de San Juan, en el barrio rural de Garrapinillos de Zaragoza, oculta a la vista por unos cañaverales y de un metro de profundidad.
El cadáver de Alberto D.M. fue encontrado, en alto grado de descomposición el 22 de mayo de 2006 en la citada acequia, por unos operarios cuando procedían a la limpieza de la misma.
La identidad quedó determinada por la documentación y ropa que portaba, así como por el estudio de ADN que la confirmó. El cadáver presentaba en sus ropas desgarraduras y coseduras indicativas de agresión física.
Además, sufría un estallido craneal de amplias dimensiones, fractura de la clavícula izquierda y fractura en el fémur izquierdo, fechando la muerte en una fecha compatible con su desaparición a finales de marzo de 2006.
