El Gobierno de Aragón, a la espera de firmar el acuerdo sobre las mermas para fijar un uso para cada edificio

ZARAGOZA 15 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Aragón determinará los usos de los edificios que conforma el pago de la deuda que el Estado mantiene con la comunidad por las mermas tributarias una vez que ambas administraciones aprueben los respectivos decretos de traspasos y firmen el acuerdo definitivo.

En una nota, el ejecutivo aragonés indica que una vez que asuma la titularidad de los inmuebles determinará los usos a los que se destine en el ejercicio de sus competencias. Por el momento, el único acuerdo que ha adoptado el ejecutivo es reservar los pabellones de la Expo para albergar dependencias judiciales unificando así diversos juzgados dispersos por la ciudad de Zaragoza.

Respecto al uso al que se vayan a dedicar el resto de edificios, como es el caso de los edificios del Banco de España de Huesca y de Teruel, el ejecutivo aragonés ha mantenido prudencia y respeto institucional por tratarse de edificios ocupados por otras administraciones que deberán reubicarse una vez se cierre el traspaso y la titularidad pase a la Comunidad Autónoma, quien determinará de forma unilateral el uso de los inmuebles.

Bajo el mismo respeto institucional, el Gobierno de Aragón solicita que no se acometan actuaciones que sean irreversibles dada la interinidad en la que se encuentran dichos usos al tratarse de edificios pendientes de trasferencia.

El acuerdo de traspaso de estos edificios forma parte de la compensación de la deuda que el Estado central mantenía con Aragón y que se rubricó en el seno de la Comisión Mixta Económico-financiera y posteriormente en la Comisión Bilateral, copresidida por el vicepresidente tercero del Gobierno de España, Manuel Chaves y el vicepresidente del Gobierno de Aragón, José Ángel Biel.

En el caso concreto del antiguo Banco de España de Teruel, a cuya restauración el Gobierno de Aragón ha aportado este año un millón y medio de euros, el ejecutivo estudia destinarlo a usos que redunde en el modelo de ciudad turística y no ha previsto su arrendamiento a otras administraciones.