De izquierda a derecha, Julio Ramón , Alejandro Monge y Pedro Olloqui en la presentación de 'Synthetic Nature'. - EUROPA PRESS
ZARAGOZA 18 Dic. (EUROPA PRESS) -
El IAACC Pablo Serrano ha inaugurado este jueves la primera gran exposición individual dedicada a Alejandro Monge (Zaragoza, 1988), artista multifacético que en la actualidad destaca en la escultura contemporánea internacional. La muestra, titulada 'Synthetic Nature', se podrá visitar hasta el próximo 8 de marzo en la sala 00 del museo.
El director general de Cultura del Gobierno de Aragón, Pedro Olloqui; el director del IAACC Pablo Serrano, Julio Ramón; y el propio artista, Alejandro Monge, han presentado esta propuesta comisariada por Marisol Salanova y que supone un punto de inflexión en la carrera del autor.
Monge ha asegurado que es la exposición "más ambiciosa" que ha hecho hasta la fecha, al destacar que casi todas las piezas tienen cuatro metros y medio de diámetro. Ha relatado que ha contado con un equipo de hasta cinco personas, en el último mes, para ayudar a organizar la muestra porque ha sido una labor "un tanto titánica para una sola persona".
La colección está compuesta por un conjunto de nueve piezas voluminosas que han supuesto un desafío para el autor al tener unas "dimensiones inexploradas hasta ahora", y que plantean una indagación sobre el futuro de la humanidad mediante materiales y técnicas concebidas con un rigor muy personal. Todas ellas revelan la complejidad del proceso, ha comentado Monge.
En esta exposición el autor ha querido reflejar "a una generación un tanto perdida que mira hacia el futuro, que tiene unos tintes un tanto brutalistas, que se conectan con una naturaleza un poco modificada, como si fuera puesta para una foto". Sobre sus personajes ha explicado que son singulares: "A veces tienen una mirada perdida, están siempre solos esperando algo, algo que no llega. Es un símbolo de las generaciones que vienen", ha subrayado.
Pedro Olloqui ha elogiado a Alejandro Monge al ser un artista que "ha viajado desde el hiperrealismo pictórico a la escultura, en una búsqueda de la complejidad". Ha insistido en que la sala del museo Pablo Serrano le ha sentado a Alejandro Monge "como un guante" al argumentar que la invitación a viajar al futuro que planteó en su día el arquitecto de la ampliación de este equipamiento cultura, José Manuel Pérez de la Torre, es algo que "comparte, precisamente, con la obra creativa de Alejandro Monge".
En su intervención, ha explicado que esta exposición "no plantea preguntas ni tampoco invita a darnos respuestas", sino que propone "un viaje al futuro totalmente plácido, donde comprender la sociedad, el futuro, de una forma inquietante, peligrosa, amenazante y, sin embargo, la propuesta de futuro de Alejandro Monge es serena, con ese hieratismo feliz que parece que en cualquier momento pueda cobrar vida", ha descrito.
Monge ha trabajado con resinas, cemento, hormigón, pigmentos y aluminio, entre otros elementos, y los ha combinado con procedimientos que él mismo ha desarrollado mediante la investigación constante. Su manera de abordar la escultura no busca únicamente un resultado bien ejecutado, sino que se orienta, además, hacia una fuerza conceptual pensada para perdurar en la memoria del espectador, ha relatado el autor.
El director del IAACC Pablo Serrano, Julio Ramón, ha explicado que este espacio nace "con un germen de escultura fundamental" y que en muchas ocasiones, debido a tener que atender otras disciplinas más presentes en el siglo XIX, la escultura no ha estado tan presente como muchas veces le hubiese gustado.
Con la exposición y la propuesta de Alejandro se aúnan dos puntos y se resarce esta carencia. Por un lado, la escultura, el origen del museo, y por otro lado, la contemporaneidad, el momento actual, ha argumentado para reconocer que le hace "muy feliz".
Aunque Monge inicia su camino en la pintura hiperrealista, pronto comprende que la escultura le permite plantearse preguntas más ambiciosas. En el volumen ha encontrado "una libertad distinta, una oportunidad para experimentar y alcanzar soluciones técnicas que superan las posibilidades del lienzo", ha detallado Julio Ramón.
FIGURAS HUMANAS
En esta exposición las figuras humanas tienen un protagonismo decisivo, ya que Monge parte de la convicción de que el cuerpo es la herramienta "más eficaz" para hablar de la condición humana y de los enigmas contemporáneos.
Sus personajes reflejan una identidad difusa, con rasgos que evocan influencias asiáticas o perfiles andróginos. Los tonos grisáceos con ligeros matices rosados acentúan esa impresión de estar ante organismos detenidos que, sin embargo, conservan un leve pulso vital, ha descrito Julio Ramón.
Uno de los aspectos "más sugerentes" del trabajo de Monge, a juicio de Julio Ramón, es su manera de relacionar lo digital, lo industrial y lo sintético con una dimensión emocional inesperada. Su estudio se asemeja a un laboratorio en el que conviven moldes, mezclas químicas, impresiones 3D, mecanismos internos y restos de materiales reutilizados, ha comparado.
Para el autor, la tecnología es un medio para construir una poética de transición entre el cuerpo, la máquina y la posibilidad de un nuevo tipo de sensibilidad. Esa búsqueda permanente desemboca en esculturas donde la forma se funde con la idea, y donde la superficie revela un pensamiento que se instala en capas sucesivas, ha indicado el director del IAACC Pablo Serrano.
El trabajo de Monge se caracteriza también por la innovación técnica al recuperar métodos antiguos que ha unido con técnicas contemporáneas para generar materiales propios.
'SYNTHETIC NATURE' UN PUNTO DE INFLEXIÓN
En esta exposición el artista dirige su mirada crítica hacia la relación fracturada entre el ser humano y el medio ambiente en la era post-industrial.
La exposición parte de una premisa inquietante: en el mundo actual, lo que se percibe como "natural" es, a menudo, una construcción artificial o un residuo de la intervención humana.
"Busco sumergir al espectador en un escenario donde la naturaleza ya no es prístina, sino que ha sido colonizada, alterada e hibridada con la tecnosfera", ha dicho el autor. Mediante un despliegue escultórico y de instalación, el artista cuestiona la sostenibilidad del actual modelo de vida y la "falsedad de ciertas posturas ecológicas superficiales".
La muestra se ha articulado como un recorrido inmersivo que desafía la percepción visual del visitante y la componen nueve esculturas, en las que predominan materiales como cemento, resina y fibra de vidrio, con una pieza realizada en poliurea/resina/EPS y otra en resinas y PEG.
TRAYECTORIA
Alejandro Monge es uno de los artistas contemporáneos españoles con mayor proyección internacional de su generación. Formado en la Escuela de Artes de Zaragoza, su trabajo se ha caracterizado por una destreza técnica excepcional, moviéndose entre el hiperrealismo escultórico, la pintura y la instalación a gran escala.
Conocido anteriormente por su mordaz crítica al sistema financiero y el valor del dinero --famoso por sus esculturas hiperrealistas de fardos de billetes quemados o en proceso de destrucción--, Monge utiliza el trampantojo y la manipulación de materiales para desafiar la percepción del espectador.
Ha expuesto su obra en ferias internacionales de prestigio como Art Miami, Art New York y Art Madrid, y sus piezas forman parte de importantes colecciones privadas en Europa y Estados Unidos.