Un monolito recuerda a las once víctimas de la Casa Cuartel, 22 años después del atentado perpetrado por ETA

ZARAGOZA 11 Dic. (EUROPA PRESS) -

Un monolito ubicado en la Plaza 'Parque de la Esperanza' de la capital aragonesa recuerda los nombres de las víctimas del atentado perpetrado por la banda terrorista ETA contra la Casa Cuartel de Zaragoza, hace 22 años, y que costó la vida a once personas, entre ellas cinco niños y dos mujeres embarazadas.

El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, ha descubierto hoy este monolito en un acto que se suma a los organizados por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) para conmemorar el vigésimo segundo aniversario del atentado y que continuarán esta tarde con una ofrenda floral en la plaza 'Parque de la Esperanza', a las 18.30 horas, y la celebración de una Misa en la Parroquia San Pío X.

Víctimas, familiares y miembros de la Guardia Civil han asistido al acto de recuerdo y homenaje a las once víctimas, acompañados por representantes de las instituciones aragonesas, entre ellos el consejero de Presidencia del Gobierno de Aragón, Javier Velasco, el subdelegado del Gobierno en Zaragoza, Juan José Rubio, y el presidente de las Cortes de Aragón, Francisco Pina.

También han participado en el acto el Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, el portavoz del grupo parlamentario del PP en las Cortes, Eloy Suárez, la portavoz municipal del PP, Dolores Serrat, concejales del Ayuntamiento de Zaragoza, así como el comandante militar de Zaragoza y Teruel, el general Juan Pinto.

En declaraciones a los medios de comunicación, tras escuchar dos piezas interpretadas por el Grupo Elegia y descubrir el monolito, el alcalde Juan Alberto Belloch valoró que recordar y honrar a las víctimas del terrorismo "es un deber moral de cualquier persona decente", aunque "el homenaje definitivo a las víctimas sólo es uno: acabar con el terrorismo en todos los ámbitos, política, judicial y policialmente", aseveró.

En la lucha contra la barbarie terrorista, "afortunadamente el nuevo protagonismo lo tienen las víctimas y las asociaciones" y su contribución "de manera activa en la pelea contra el terror" es, a su juicio, "un paso importante en la lucha política contra el terrorismo".

Respecto al atentado ocurrido en la Casa Cuartel de la capital aragonesa, Belloch aseveró que "Zaragoza no se olvidará nunca" de este suceso y de las víctimas, a quienes "de manera implícita" ya se recordaba con un monumento a los niños del arquitecto Carlos Pérez que "aludía a la matanza" y ahora "hemos puesto una placa con los nombres y apellidos de cada una de esas once víctimas", respondiendo así a la "mayor sensibilidad y protagonismo de las víctimas".

"GRABADO EN LA MEMORIA"

Por su parte, el presidente de las Cortes de Aragón, Francisco Pina, explicó que este atentado es "un día que está grabado en la memoria y en los sentimientos de todos", para agregar que "el mensaje de hoy es que las víctimas deben de estar presentes en nuestro día a día y en nuestro recuerdo siempre".

Pina indicó que en una fecha próxima al aniversario de la Constitución "conviene no olvidar a las víctimas y recordar que la democracia española todavía tiene un valladar que superar, que es el terrorismo y hacer justicia al ejemplo de vida y de entereza que han dado las víctimas y, singularmente, en este salvaje atentado en la ciudad de Zaragoza".

Para el delegado de la AVT en Aragón, José Marco Jalle, hoy es un día "emocionante e importante", porque "a pesar de que hayan pasado 22 años, hay muchas familias que lo vivieron y lo siguen teniendo muy presente" y también muchos zaragozanos que recuerdan este atentado "muy vivamente".

Por ello, "es muy emocionante que por fin se haya puesto un monumento en el que se reflejan los nombres de las once víctimas y se recuerde que esto fue un terrible atentado que no debería volver a ocurrir".

En este sentido, el delegado en Aragón de la AVT remarcó como desde hace algunos años "toda la sociedad ha reaccionado ante esa realidad que son las víctimas del terrorismo" y ha aumentado la sensibilidad de la sociedad, que antes "a veces no quería acercarse mucho a las víctimas por miedo a herirlas más".

Sin embargo, "las víctimas del terrorismo necesitan ese calor de la sociedad y ese acercamiento", por lo que "me gustaría que la sociedad supiera saltar esa barrera para que las víctimas noten ese acercamiento" y se demuestre así la mayor sensibilidad hacia las víctimas.

"NO SE PUEDE OLVIDAR"

Una de las víctimas de aquel atentado fue Laura, entonces una niña de catorce años que vivía con sus padres en la Casa Cuartel. "Me acuerdo perfectamente de aquel día", aseguró Laura, al recordar que "la primera imagen" del atentado es "la ventana abierta", el color "rojo", "ir corriendo a la habitación de mis padres y ver medio cuartel caído", también "pensar en Rocío, que era más o menos de mi edad".

"Yo vivía aquí", dijo muy emocionada al asegurar que "mi sensación no ha cambiado" desde entonces, porque "22 años después es venir aquí y recordarlo todo, día a día, atentado tras atentado, es recordar todo" porque "no es algo que se pueda olvidar", aseguró.

Los hermanos Tocado Malero perdieron aquel día a tres familiares, sus dos sobrinos y uno de sus dos hijos, un matrimonio y a su niña de doce años. "Nos enteramos del atentado por las ambulancias" y por la llamada de una conocida que vivía en esta zona, recordaron, al indicar que una vez en el lugar del suceso "no supimos nada hasta mediodía. Aquí todo estaba derrumbado y no había más que escombros".

En ese mismo lugar un monolito recuerda a las víctimas, algo que sus familiares "no necesitamos, pero no está mal que la ciudad recuerde a quienes vivieron aquí".