Monseñor Vicente Jiménez dice que un obispo debe "alentar, dinamizar y reconocer" lo que hace su diócesis

El Arzobispo De Zaragoza, Monseñor Vicente Jiménez
EUROPA PRESS
Publicado: martes, 29 enero 2019 12:19

Apuesta por promover las vocaciones sacerdotales dentro del territorio

ZARAGOZA, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -

El arzobispo de Zaragoza, monseñor Vicente Jiménez, ha cumplido cuatro años, un mes y ocho días al frente de esta responsabilidad, un tiempo en el que ha trabajado todo lo que ha podido "con las fuerzas que me ha dado el Señor". "Estoy satisfecho de la acogida" y de poder "alentar, dinamizar y reconocer lo que está haciendo la gente" en la diócesis y desde su función de obispo, ha dicho.

Así lo ha explicado en una entrevista concedida a Europa Press, coincidiendo con la carta de renuncia que ha enviado al Papa Francisco con ocasión de su 75 cumpleaños, que ha celebrado este lunes, 28 de enero.

Su balance como arzobispo es satisfactorio desde el punto de vista personal, en un trabajo a favor de la Iglesia, "que es mi madre", en la que ha nacido, ha sido ordenado sacerdote y después llamado al ministerio episcopal, ejerciéndolo tanto en su diócesis de origen Osma-Soria, como en Santander y en Zaragoza. "Ahora estoy en la recta final de mi vida sirviendo con ilusión y esperanza" a esta institución, ha glosado.

El prelado ha manifestado que en estos cuatro años ha trabajado para poner en marcha el plan diocesano de pastoral 2015-2020, que quiso que se elaborara "con la participación de todos", a través "una gran consulta al pueblo de Dios, a los laicos, a todo el que quiso opinar".

A partir del plan, se realizan las programaciones pastorales anuales "que dan luz y orientación a todos", a las parroquias, a las unidades pastorales y a los arciprestazgos.

OBISPO-PASTOR

El arzobispo ha comentado que una de las tareas que ha desarrollado estos años ha sido sistematizar la visita pastoral, comenzando por la parte "más rural" de la diócesis, una labor en donde el obispo "se siente más pastor, en medio del pueblo", frente al trabajo de despacho, donde "uno se siente uno abrumado por los papeles, por el tiempo, por la agenda", ha señalado.

Las visitas las lleva a cabo en otoño y primavera, alternado las dos vicarías rurales, denominadas quinta y sexta, una corresponde al Bajo Aragón, que aunque forma parte de la provincia de Teruel, pertenece a esta diócesis, y la otra incluye la zona más oeste del territorio diocesano, desde Casetas y Alagón hacia Logroño.

En total, ambas suman 202 parroquias del total de 276 de la diócesis, con 74 situadas en la capital aragonesa. "Ya he visitado bastantes arciprestazgos y parroquias", ha relatado el prelado, donde ha estado con niños en los colegios, ha visitado a enfermos y centros de día, ha mantenido reuniones con catequistas y agentes de pastoral y, en ocasiones, con las autoridades locales.

El arzobispo ha resaltado que esta actividad le permite "tomar el pulso humano, social, cultural y, sobre todo, religioso de una comunidad" y ha destacado la emoción de poder celebrar por primera como obispo vez en un altar de una iglesia rural.

También ha expuesto que para atender adecuadamente a todas las parroquias rurales se han creado las unidades pastorales que agrupan a aquellas parroquias que no pueden funcionar de manera autónoma por ser "pequeñas", unificando el trabajo de sacerdotes y equipos apostólicos. Se ha diseñado, asimismo, el mapa de estas unidades.

El arzobispo ha sostenido que, hasta ahora, "no se había trabajado de una forma tan completa y sistemática para organizar toda la diócesis" y es un "logro" en el campo pastoral. Además, se ha reformado la curia en la sección pastoral puesto que había "muchas delegaciones, muchos movimientos, muchas asociaciones", pero se encontraban "un tanto dispersas y cada una trabajaba un poco autónomamente", ha manifestado.

Según ha precisado, el objetivo ha sido "buscar las sinergias y las coordinaciones entre las áreas comunes" en torno a los ejes de la palabra, la celebración de la fe y la dimensión caritativa de la misma.

MÁS VOCACIONES

Otro ámbito de trabajo de estos años ha sido promocionar las vocaciones sacerdotales, que según monseñor Jiménez, han de surgir de la propia diócesis. Ha considerado que se trata de "despertar la conciencia de que tenemos que ser motores de vocaciones con nuestras propias fuerzas, sin necesidad de que tengan que venir de fuera a ayudarnos".

Ha enfatizado que una diócesis "tiene que generar sus propios pastores" y el Seminario ha de ser el "corazón" de la misma. En este punto, se ha felicitado por la respuesta obtenida ya que en estos cuatro años ha ordenado 17 sacerdotes y otros los lo serán en los próximos meses.

Además, en este momento, hay 22 alumnos en el seminario metropolitano, que proceden de las seis diócesis aragonesas. A colación, ha manifestado que ante la "sequía vocacional", la nueva Iglesia quiere hacer un plan de formación en los seminarios y para la formación de sacerdotes busca "que haya una comunidad suficiente para poder madurar la vocación" porque "un seminario con tres o cuatro chicos no puede resistir".

Por otro lado, ha indicado que en su mandato se ha instaurado el Seminario Menor, donde hay cinco jóvenes "que se están formando para cultivar esas semillas vocacionales y el día de mañana podrán pasar al Seminario Mayor".

Otra novedad ha sido la puesta en marcha del diaconado permanente en esta diócesis, con la ordenación de los tres primeros, que se trata de tres hombres casados que desarrollan su labor en la ciudad de Zaragoza, aunque también podrían ser célibes, mientras que hay entre seis o siete que están formando.

"Había una demanda, pero no se había institucionalizado", ha apuntado el arzobispo, quien ha aclarado que ser diácono permanente es un sacramento y una Iglesia está más completa si tiene los tres grados del orden: el episcopado, el presbiterado --los sacerdotes-- y el diaconado.

Por otra parte, ha mencionado que en la diócesis hay 16 conventos de clausura donde viven unas 200 monjas. Según ha señalado, estas religiosas se están haciendo mayores y sus conventos "tendrán que fusionarse", lugares que ha definido como el "pulmón" de la diócesis, aunque ha reconocido que "mucha gente no entiende la vida de contemplación".

FORMACIÓN SUPERIOR

El arzobispo se ha referido al impulso al Centro Regional de Estudios Teológicos de Aragón (CRETA), que ha pasado de ser centro afiliado a agregado a la Universidad Pontificia de Salamanca lo que significa que ahora puede impartir una licenciatura. En concreto, imparte la de Teología Catequética.

Además, se van a hacer grados específicos, como uno sobre la Espiritualidad Mariana y Pilarismo, "importante en Zaragoza" por lo que supone la devoción al Pilar "como acontecimiento espiritual, cultural y turístico", ha apostillado el prelado.

Por otra parte, ha mencionado la renovación del Consejo Prebisteral, al igual que el Consejo Pastoral, y que se ha dado un "impulso" a la comunicación de la diócesis con la creación de la Oficina de Comunicación de la Iglesia en Aragón (OFICIA), "dotándola de personas y de medios para comunicar no solo dentro de la propia Iglesia, sino a la sociedad, estableciendo puentes, lazos y relaciones con instituciones, personas y con los medios de comunicación". Esta oficina acaba de recibir el Premio 'Bravo' de la Conferencia Episcopal Española al mejor trabajo diocesano.

CENTRO DE ORIENTACIÓN FAMILIAR

La diócesis también posee un centro de orientación familiar, que "atiende a muchas familias en situación de conflicto" y que también ofrece formación en colegios en materia afectivo sexual.

"Cualquiera puede acudir a él, donde será atendido por profesionales", ha dicho el arzobispo, quien también se ha referido al trabajo de la Delegación de Familia y Vida --de la que depende este centro-- en materia de ayuda a las mujeres embarazadas y a aquellas que han abortado y han vivido esta situación como un trauma.

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