ZARAGOZA 24 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Red de Vigilancia Epidemiológica de Aragón detectó, durante 2009, 26 casos importados de malaria (paludismo), la mayoría en hombres. La media de edad de los afectados es de 24 años.
En una nota, el Gobierno de Aragón indica que la incidencia en la Comunidad Autónoma es de 1,93 casos por cada 100.000 habitantes, aunque la media entre 1998 y 2009 fue de 2 casos por 100.000 habitantes. El 6,9 por ciento de los casos de paludismo en España se registran en Aragón.
En España actualmente está erradicado, si bien todos los años se registran alrededor de 400 casos de paludismo importado debido a los viajes internacionales a zonas de riesgo por inmigración, turismo, cooperación o trabajo, de ahí la importancia de la prevención en las personas españolas que van a zonas palúdicas y de aquellos inmigrantes que vuelven a visitar a sus familias.
El ser humano lleva miles de años enfrentándose a la malaria (paludismo). Actualmente, es una enfermedad que sigue amenazando al 40 por ciento de la población mundial, principalmente distribuida en el África subsahariana, aunque también está muy presente en Asia, América Latina, el Oriente Medio y algunas partes de Europa, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Mañana, 25 de abril, se celebra el Día Mundial del Paludismo.
Trabajar en las estrategias de control a través de los tratamientos y de la prevención es actualmente la base de la lucha frente a esta patología, causada por un parásito denominado plasmodium y que se transmite a través de la picadura de mosquitos infectados.
La prevención básica en los países que sufren el paludismo son los mosquiteros tratados con insecticida (MTI). También es importante el rociamiento de interiores con insecticidas de acción residual, que disminuye con gran rapidez y eficacia la densidad de las poblaciones de mosquitos y, por lo tanto, la morbilidad y la mortalidad relacionadas con el paludismo. Sin embargo, la actual cobertura de ambos dispositivos sigue siendo baja.
Por otra parte, más de 125 millones de viajeros no inmunes visitan cada año países donde el paludismo es endémico, y unos 10.000 a 30.000 contraen la enfermedad (en la UE se notifican unos 15.000 casos importados al año). De ahí la importancia de que estos viajeros se conciencien de la importancia de adoptar las medidas de prevención indicadas (quimioprofilaxis, repelentes) cuando viajen a estas zonas o trabajen en ellas.
Mejorar los sistemas de vigilancia epidemiológica, hacer seguimiento de la eficacia de las intervenciones y evaluación del impacto e incrementar las investigaciones sobre el desarrollo de nuevos métodos, estrategias y herramientas, son algunos de los retos que también se plantean en la lucha frente a un parásito que, según datos de la OMS, en 2008 infectó a 243 millones de personas y causó unas 863.000 muertes en todo el mundo.
El término malaria proviene de la expresión italiana de la Edad Media 'mala aria' (mal aire), mientras que paludismo deriva del término latín 'palus' (pantano). Existen cuatro tipos de paludismo humano, en dependencia de la especie del parásito transmitida: Plasmodium ovale, Plasmodium malariae, Plasmodium vivax y Plasmodium falciparum.
Falciparum y vivax son los más habituales y la infección por falciparum la más grave. El periodo de incubación es variable según la especie involucrada, de siete días hasta meses.
La forma clínica de la enfermedad varía según el agente infeccioso implicado, pero habitualmente presenta fiebre intermitente, escalofríos, cefaleas, nauseas, vómitos, diarrea y síntomas de tipo gripal, pudiendo producir anemia, obstrucción de capilares sanguíneos cerebrales (paludismo cerebral) y afectación de otros órganos vitales en las formas más graves.