URREA DE GAÉN (TERUEL), 1 Abr. (EUROPA PRESS) -
Más de 400 personas participan cada año en la celebración de la Semana Santa en Urrea de Gaén, una localidad que cuenta con 490 habitantes, por lo que es el pueblo más pequeño de los nueve que conforman la Ruta del Tambor y Bombo en el Bajo Aragón.
Son muchas las personas que, estos días de fiesta, se implican en cada uno de los actos que tienen lugar y en los que, como es habitual en los pueblos de la Ruta, el tambor y el bombo son parte de la tradición, según ha explicado uno de los miembros de la Venerable Orden Tercera San Francisco, César Pamplona.
Esta agrupación es la que se encarga de la organización de las procesiones y del resto de actos festivos y culturales que tienen lugar en Urrea a lo largo de la Semana Santa, ya que es la única cofradía de la localidad. Ellos son, también, los encargados de abrir las procesiones con su estandarte y, a continuación, le siguen tres filas de tambores y bombos que visten túnica negra.
El sonido de estos instrumentos es una de las principales características de la Semana Santa en el municipio ya que, como ha indicado Pamplona, en el Bajo Aragón, éstos son "populares y del pueblo". Esa es, ha defendido, la "gran diferencia" entre las localidades de la Ruta y el resto de municipios de Aragón en los que también están presentes estos instrumentos de percusión.
"Aquí la gente se pasa toda la noche tocando y todo el mundo lo acepta porque es tradición e, históricamente, siempre se ha hecho así", ha asegurado el miembro de la Orden de San Francisco, para quien el acto de tocar es "laico", dado que se basa en las cuadrillas de amigos. "No hace falta ser de cofradía para poder tocar en Urrea", ha aseverado.
La 'rompida' de la hora, que se celebra la medianoche del Jueves Santo, es uno de los actos que mayor número de gente congrega, junto a la procesión del Santo Entierro, que tiene lugar el viernes a las 22.00 horas.
Desde que la Semana Santa recibiera la distinción de Fiesta de Interés Turístico Nacional, en 2005, e Internacional, en 2014, se ha producido un aumento de visitantes en estos pueblos aunque, según Pamplona, "se nota en grandes números de forma global, aunque a nosotros, que somos el pueblo más pequeño, no nos afecta tanto".
