"No podemos mirar a otro lado", afirma la ministra María Luisa Carcedo
GIJÓN, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
La alcaldesa de Gijón, Ana González, ha avanzado este jueves que el objetivo que se marca el Ayuntamiento es "que ninguna persona esté en la calle en contra de su voluntad".
"Que ninguna persona esté sin hogar", ha deseado, al tiempo que ha animado a tener cuidado con el manido mensaje de que es que quieren estar en la calle.
Así lo ha indicado, en declaraciones a los medios de comunicación en el edificio municipal de Cristasa, antes de la reunión con entidades sociales que gestionan la iniciativa 'Housing First' para personas sin hogar, en la que ha participado la ministra de Sanidad en funciones, María Luisa Carcedo, y la consejera de Derechos Sociales y Bienestar, Melania Álvarez.
González ha agradecido el apoyo mostrado por la ministra con su visita a Gijón a conocer de primera mano esta iniciativa. En el caso de Gijón, son ya diez las personas que participan de esta iniciativa, con las cinco nuevas viviendas entregadas.
La regidora ha resaltado que la primera evaluación de este programa es "muy satisfactoria". A su juicio, es importante que las personas sin hogar tengan "un camino de regreso" como es tener una vivienda para que puedan tener un proyecto de vida independiente y autónomo. En el caso gijonés, este programa está gestionado por la Fundación Siloé.
Ha apuntado, asimismo, que cuentan con el apoyo del Principado y Gobierno central y se trabajará coordinadamente para disponer de los recursos necesarios. Ha llamado la atención, eso sí, que primero es las viviendas, pero luego hay un trabajo que lleva tiempo.
"La exclusión aleja mucho", ha opinado, a lo que ha agregado que después de que pasa esto hay que hacer un camino de vuelta que no es fácil y muchas veces es "muy doloroso". Por este motivo, ha considerado que el camino de una intervención social y personal es muy importante.
BAJAR LA MIRADA
Carcedo, por su lado, ha resaltado que iniciativa va de la gente más excluida de la ciudad y a la que "no se puede perder de vista" . Ha animado, incluso, a "bajar la mirada" y fijarnos en estas personas, pensar cómo son y qué les condujo a esa situación.
En este sentido, ha avanzado que se trabaja desde el Ministerio en una estrategia para combatir el sinhogarismo. Ha explicado, a este respecto, que se está haciendo un estudio, junto con las comunidades autónomas, para saber cuántas personas viven en la calle.
La ministra ha asegurado que es un asunto en el que el Gobierno está muy implicado y se está trabajando mucho con las organizaciones sociales. Para ella, el sinhogarismo es la expresión extrema de la exclusión social, a lo que ha matizado que estas personas pueden reintegrarse. "Pueden rescatarse de estar ahí", ha asegurado.
Asimismo, ha indicado que no son muchos los recursos que se precisan y ha remarcado que como sociedad nos los podemos permitir. En este sentido, ha hecho un llamamiento a pensar en las personas que salen de un hospital, tienen que tener cuidados pero van a la calle porque no tienen hogar.
Para ellos está destinado inicialmente esta iniciativa, para que tengan un lugar donde ser atendidos. Carcedo ha enfatizado que la vivienda viene a ser lo primero para tener dignidad, integridad e intimidad.
Ha insistido, además, en que como sociedad no podemos desatendernos de esta realidad. "No podemos mirar a otro lado", ha apuntado, para después reiterar que a la mínima sensibilidad social que uno tenga, hay que atenderlos.
32 VIVIENDAS 'HOUSING FIRST'
Por parte del Principado, la consejera ha resaltado que se trata de una iniciativa novedosa de lucha contra la exclusión social, que aúnan esfuerzos de administraciones públicas y de entidades públicas, en el caso asturiano tres; Fundación Siloé(Gijón), Fundación Albéniz(Oviedo) y RAIS (Avilés).
La iniciativa en Asturias se inició en Avilés en 2014, y hoy hay más de 300 viviendas en once comunidades autónomas sumadas a este programa. En el Principado, en concreto, hay 32 viviendas; diez en Gijón, diez en Avilés, siete en Oviedo, cuatro en Siero y una en El Franco, en la que viven dos personas.
La idea es que fuese una realidad extendida al conjunto del país, ya que las realidades son las mismas para estas personas independientemente de la comunidad en la que se residan, han señalado desde las entidades sociales.
