GIJÓN, 13 May. (EUROPA PRESS) -
Un total de cuatro trabajadores de la terminal granelera EBHI han iniciado este miércoles un encierro en el local del Comité de Empresa y una huelga de hambre indefinida "como medio de protesta contra las últimas medidas adoptadas unilateralmente por la empresa", según un comunicado remitido por los afectados.
En el mismo han dicho ser conscientes de que la empresa está empezando a sufrir las consecuencias de la actual crisis, como lo está sufriendo toda la economía a nivel mundial a consecuencia de la pandemida del COVID-19.
"En ningún caso se puede aceptar, que amparándose en esta coyuntura, la empresa presente de manera unilateral un ERTE en unas condiciones impuestas que perjudican gravemente a la plantilla".
Unido a ello, han rechazado que se aproveche este momento para
incumplir acuerdos anteriores "que nos llevarían al despido encubierto de siete compañeros en pocos meses y a una reducción de plantilla", han advertido.
"La inflexibilidad, la imposición, el engaño y la imposibilidad total de negociación por parte de la empresa nos ha forzado a tener que tomar esta drástica medida", han argumentado.
Según los trabajadores, no se puede entender como, una empresa perteneciente al sector público como EBHI, cuyo accionista mayoritario es la Autoridad Portuaria de Gijón, aplica unas medidas "totalmente contrarias" a la línea política defendida por el
Gobierno Español desde que estallara la crisis del Covid-19, según ellos.
"En toda la normativa legal que ha venido aprobando durante estos meses su espíritu siempre ha sido el defender el empleo llegando incluso a prohibir los despidos a las empresas acogidas a ERTE
durante los 6 meses siguientes a su aplicación, y tomar las medidas necesarias para que los ERTE no intentaran aprovecharse fraudulentamente de las arcas públicas", han recalcado.
En contraposición a ello, han incidido en que la empresa solicita un ERTE en el que la plantilla cobrará solo el 55 por ciento de su salario cada día que vaya regulado, y lo que es "más grave", a juicio de ellos, solicitándolo hasta el 31 de diciembre del 2021, cuando la misma empresa, según ellos, ha reconocido que en el próximo año la sociedad cubrirá gastos.
Por todo ello, piden que no se autorice el ERTE presentado por la empresa, que resulta "tremendamente lesivo para la plantilla y que pretende cargar abusivamente al erario público todos los gastos posibles mediante nuestros seguros de desempleo", han reprochado.
Además, han llamado la atención sobre que la empresa, amparándose en la pandemia, no solicitará este año la tasa de reposición del 100 por ciento que rige en todo el sector público, y que llevaría al despido en diferido de cuatro compañeros este año y tres más el
próximo.
DESPIDOS DE SIETE TRABAJADORES
Despidos que se llevaran a efecto cuando estos compañeros vayan acabando sus contratos temporales en los próximos meses y que serán "maquillados" por la empresa como finalizaciones de contratos y no despidos.
Esta medida unilateral por parte de la empresa hará que se incumpla el acuerdo fin de huelga firmado en el SASEC tras la finalización del conflicto del 2017, ya que la empresa no podrá
cumplir la plantilla mínima recogida en ese acuerdo, y no cumplirá tampoco con el compromiso de pedir el máximo de tasa de reposición durante la vigencia de nuestro siguiente convenio colectivo.
Un convenio que esperan firmar este año y que tendrá vigor desde este año 2020. "Dando por parte de los cuatro huelguistas rotas las posibilidades de negociación tanto con la empresa como con su accionista mayoritario, interpelamos al Gobierno asturiano para que,
desde la Consejería de Industria, Empleo y Promoción Económica, al que reconocemos como único interlocutor válido, medie en este conflicto", han señalado.
Desde ya nos ponemos a disposición del gobierno asturiano y de la Consejería de Industria para poder negociar nuestras reivindicaciones y llegar cuanto antes a una solución", han añadido. "Solo abandonaremos esta huelga de hambre indefinida con una solución que
asegure ese empleo", han sostenido.
