OVIEDO, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
La sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) ha desestimado el recurso de apelación interpuesto por la Consejería de Cultura y Turismo del Principado que apeló la autorización judicial para construir una vivienda unifamiliar a 98 metros de la iglesia prerrománica de Santa María del Naranco, en Oviedo. La basílica fue declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, en diciembre de 1985.
Según informó a Europa Press el abogado del particular, Gerardo de la Iglesia, la sentencia de apelación, emitida el pasado 31 de marzo, impone además el pago de las costas a la Administración. El fallo, contra el que no cabe recurso, confirma la emitida por el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 3 de Oviedo el pasado mes de noviembre.
En el documento, al que ha tenido acceso Europa Press, el TSJA "comparte plenamente lo resuelto por el juzgador de instancia", ante cuya "acertada apreciación crítica no pueden prevalecer interpretaciones subjetivas".
A lo largo de cuatro folios, el TSJA recuerda que la Administración apelante basó su recurso en una vulneración de la Ley de Enjuiciamiento Civil al considerar que las pruebas practicadas por un perito -Arturo Gutiérrez- están "viciadas de parcialidad" y en la "inadecuación" de los proyectos presentados por el propietario de la finca, Francisco Farpón.
Para el TSJA "no existen datos o motivos para dudar de la imparcialidad del perito" y no puede alegarse, por lo tanto, que se vulnera la Ley de Enjuiciamiento Civil.
Asimismo, los magistrados estiman que la documentación que aporta el último de los proyectos -reformado a instancias de la Administración- y la que existe, "resultan complementarias y pueden considerarse suficientes para confirmar un proyecto básico y de ejecución".
Francisco Farpón adquirió en 2004 una finca de 501 metros cuadrados para construir un chalet en una parcela "edificable", según el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Oviedo. Desde entonces, la protección del entorno obligó a Farpón a contratar tres proyectos para ajustar las características de la obra a los condicionantes de la Comisión de Patrimonio de la Consejería de Cultura del Principado.
El 11 de mayo se acordó como diligencia final la práctica de prueba pericial por el arquitecto superior para determinar si los proyectos presentados por Farpón se adecuaban a las exigencias del Consejo de Patrimonio Cultural de septiembre de 2008. Según el informe del arquitecto Arturo Gutiérrez, los proyectos cumplían las exigencias de Patrimonio.
