Gargallo Gil vincula la polémica de las fronteras lingüísticas del norte al origen constitutivo de su hablas

Europa Press Asturias
Actualizado: miércoles, 6 octubre 2010 20:25

OVIEDO 6 Oct. (EUROPA PRESS) -

El profesor José Enrique Gargallo Gil (Departamento de Filología Románica de la Universidad de Barcelona) entiende que las problemáticas lingüísticas que surgen en las fornteras del norte peninsular (entre el gallego y el asturiano, o el castellano y el catalán, o el aragonés y el catalán) se explican en el origen constitutivo de su hablas romances, por ser "hijas" o descendiente directas del latín, y no de otros derivados, que serían los consecutivos. Según su estudios, en las zonas de romances constitutivos, las fronteras lingüísticas son muy difíciles de encontrar, al contrario que en las zonas del sur de la península.

Gargallo Gil explicó esta cuestión en su conferencia en la segunda jornada del congreso 'Ciencia, llingua y fronteres', que organiza el Seminariu de Filoloxía Asturiana de la Universidad de Oviedo.

Según el profesor, las hablas del norte suelen ser "hijas" del latín, y por tanto es "materia románica constitutiva". Al contrario, en el sur, la castellanización proviene de los procesos de reconquista y la repoblación cristiana venida del norte. En este caso se trataría de hablas "nietas del latín". "Si vamos a Latinoamérica, entonces estaríamos ya hablando de biznietas del latín", añadió.

Según Gargallo Gil, por so carácter constitutivo, el norte presenta "una realidad románica muy diversa", en la que las fronteras lingüísticas serían "difíciles de encontrar", como la que existe entre Asturias y Galicia, o entre Aragón y Cataluña.

Así, lo explicó gráficamente con un ejemplo. Si se recorre la península desde Fisterra (Galicia) al Cabo de Creus (Cataluña) localizaríamos registros gallegos, registros gallego-asturianos en el occidente de Asturias, asturianos en el centro, castellanos con sustrato vasco en la zona oriental de Cantabria o Burgos, vasco, aragonés con sustratu vasco (Valle de Arán), hablas propias como de Benasque, en la frontera entre Cataluña y Aragón, y finalmente las variantes del catalán.

Si se hace lo mismo de Lisboa a Valencia, únicamente se localizan tres lenguas: portugués, español y catalán-valenciano, señalando que las límites son muy marcados en estas zonas.

"En el norte cuesta localizar las fronteras porque no las hay", lo que a su juicio conlleva "sus derivas político-lingüísticas", ha señalado el ponente.

Tras este planteamiento, ha dedicado especial atención a algunos fenómenos, como el benasqués (de Benasque), del que leyó un texto de Carmen Gastán, para defender esta variante como una "lengua romance, minoritaria sí, pero lengua romance, que no es ni catalán ni aragonés". También ha usado el poema 'Dues lhénguas', de Amadeu Ferreira, para analizar la convivencia entre portugués y mirandés (en Miranda de Douro), y se ha referido a las hablas de origen portugués del oriente de Extremadura como ejemplo de frontera lingüística definida.

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