OVIEDO, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
Iberdrola y el ayuntamiento asturiano de Langreo han firmado un convenio urbanístico sobre el uso de las riberas del río Nalón de la antigua central térmica de Lada. El convenio contempla la colaboración de Iberdrola con el consistorio de Langreo para la recuperación de las orillas del río Nalón, favoreciendo la transición verde y evitando inundaciones.
Según ha informado Iberdrola en nota de prensa, esta actuación ayudará a laminar las posibles crecidas del río asturiano. Entre los compromisos que adquiere la compañía está el de realizar el Plan Especial para la ordenación de los terrenos de la antigua Central Térmica de Lada, que ya se ha presentado a trámite. Además, Iberdrola cederá mediante escritura pública los terrenos al Ayuntamiento, un total de 6,3 hectáreas.
Por otro lado, Iberdrola acaba de ratificar el acuerdo que permitirá electrificar la planta productiva de Bayer en La Felguera y que representa "uno de los más destacados proyectos para la descarbonización industrial de la cuenca minera asturiana".
Iberdrola instalará un sistema de almacenamiento térmico, diseñado por la empresa española Inerco, junto a la planta de Bayer y transformará la electricidad 100% renovable proveniente de una instalación de autoconsumo adyacente y de sus diferentes plantas renovables en el vapor que Bayer necesita para desarrollar su actividad.
EL "PLAN LADA"
Iberdrola inició hace un año el derribo de los edificios no protegidos de la antigua central de Lada, un total de 24 construcciones. Según la compañía, esta demolición impulsa la liberación de un terreno "muy valioso" para futuros proyectos de desarrollo económico para la comarca de Langreo, y también para el Principado de Asturias.
La empresa ha concluido recientemente el derribo de la chimenea de la antigua Central Térmica de Lada en Asturias, una demolición controlada mediante robots. La chimenea, de 180 metros de altura, llevaba instalada en Langreo desde 1981 y se componía de dos fustes, uno interno y uno externo.
Para su demolición controlada y segura, se instaló una plataforma que comenzó trabajando a 180 metros de altura en la que se instalaron dos robots que han ido picando ambos fustes poco a poco, descendiendo según iba desapareciendo el material.