OVIEDO, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
Diversos institutos públicos asturianos han comenzado a instalar máquinas expendedoras de café que ya se encuentran operativas. La llegada de estos dispositivos está generando indignación en el colectivo Asociación de Cafeterías Públicas de Institutos.
Se trata de profesionales que han cumplido ya más de 275 días sin poder facturar ni un sólo euro como consecuencia del cierre de las instalaciones por la crisis sanitaria.
Cuando han preguntado a los directores de los centros por la llegada de las nuevas máquinas, que ya están funcionando, los responsables les han respondido que son para dar un servicio y que tienen permiso. Cuando les han preguntado quiénes les han dado tal permiso no encuentran respuesta, aunque desde la Asociación creen que ha sido la Consejería de Educación del Gobierno asturiano.
"A nosotros en la Consejería ni siquiera nos coge el teléfono", ha lamentado el presidente de la Asociación de Cafeterías Públicas de Institutos, Ignacio Rodríguez.
Su organización ha conseguido el respaldo de todos los grupos con representación en la Junta General del Principado de Asturias, excepto el PSOE, que gobierna en la comunidad. El pasado día 25 de noviembre el parlamento aprobó una iniciativa que instaba al Ejecutivo de Adrián Barbón a prorrogar los contratos y dar solución a una solución que afecta a 126 familias.
Sin embargo, Rodríguez dice que a día de hoy los problemas siguen siendo los mismos y que nadie se ha puesto en contacto con ello. La situación sigue siendo de incertidumbre para ellos.
"Y ahora, ¿quién se lleva el beneficio con esas máquinas? ¿va a tener que asumirlas quien se haga cargo de la licitación?", se ha preguntado, instando nuevamente al Gobierno asturiano a darles una solución.
