Guillermo Díaz Bermejo está desde este mes al frente de la asociación
OVIEDO, 25 Dic. (EUROPA PRESS) -
Desde el pasado día 12 de este mes Guillermo Díaz Bermejo está al frente de Secot Asturias, una Asociación sin ánimo de lucro, apolítica, independiente que, a través de un voluntariado, ofrece asesoramiento empresarial a pequeñas empresas que necesitan perfeccionar su gestión para poder mantenerse en el mercado y a aquellos emprendedores que desean creer una empresa y no cuentan con preparación suficiente para desarrollar su proyecto.
Procedente primero del mundo primero del derecho y después del seguro y de la banca, el nuevo presidente de Secot finalizó su vida profesional como presidente de una entidad gestora de fondos de pensiones.
Ahora, según comenta a Europa Press, su objetivo al frente de Secot en los próximos dos años, es doble. "De una parte ,que nuestra organización consiga más notoriedad pública, para que nuestras actividades sean más conocidas tanto por los potenciales usuarios de nuestros servicios, como por las Administraciones Públicas y los Centros de Formación Profesional, con las que, sin duda alguna, podemos colaborar de modo abierto, ya que podemos prestar unos servicios a los ciudadanos, basados en la experiencia y el talento, que además son gratuítos", indica Díaz Bermejo.
Pero además asegura que también trabajará para que sus seniors sigan desarrollando su potencial intelectual, actualizando de modo permanente los conocimientos profesionales, mediante sesiones de formación tanto interna como externa, para permanecer al mismo ritmo e incluso ir por delante de los nuevos retos que generan tanto las nuevas tecnologías como la propia economía mundial.
En este sentido Guillermo Díaz explica que los miembros de Secot son voluntarios seniors, profesionales, directivos y empresarios que, habiendo finalizado su actividad laboral o incluso encontrándose en activo, desean, con espíritu altruista, ofrecer su experiencia y conocimientos en gestión empresarial o académica a quienes lo necesitan.
"Además de fomentar el espíritu emprendedor, pretendemos ofrecer a nuestros seniors la posibilidad de que puedan prolongar su vida activa, de modo que nuestro caudal de talento, conocimientos y experiencia, pueda ser transmitida a emprendedores, microempresas y entidades no lucrativas", afirma.
La asociación nació en 1989. En este momento en Asturias hay 48 voluntarios procedentes de diferentes áreas de actividad, que actúan de modo multidisciplinar, aportando conocimientos y experiencia, en áreas tales como la economía, las finanzas, el márketing, la tecnología o el derecho.
Pueden formar parte de Secot todos aquellos profesionales, empresarios o directivos que, llegado el momento de su jubilación o prejubilación, estén dispuestos a comprometerse con los objetivos de la organización y a dedicar parte de su tiempo a una labor altruista y a la vez tan gratificante como es la de ser voluntario senior.
BENEFICIARIOS DE LA AYUDA DE SECOT
Según explica el recién elegido presidente, para beneficiarse de la experiencia o de la ayuda de los miembros de Secor, simplemente basta con acercarse a sus oficinas y solicitar sus servicios que van dirigidos a emprendedores, microempresas con escasos recursos o entidades no lucrativas que, por no tener recursos ni estructuras suficientes, necesiten de nuestro asesoramiento y experiencia.
Según la experiencia de la asociación, en Asturias tradicionalmente ha habido poco emprendimiento y ha habido pocas iniciativas empresariales. Tras la crisis económica han venido apareciendo personas que, tras su pérdida del empleo asalariado, han tratado de iniciar una actividad empresarial como autónomos.
Respecto a las carencias de los emprendedores asturianos, Díaz Bermejo asegura que en muchos de los casos, la carencia más habitual, sobre todo en personas que han perdido su empleo asalariado, es que "no tienen un proyecto de negocio claro, no tienen un adecuado plan de viabilidad, tienen las ideas muy confusas y tratan de recurrir a soluciones fáciles".
"Es típico el perfil de la persona que viene solicitando ayuda para montar un bar, una peluquería o una tienda para vender pan. Normalmente, en estos casos, tratamos de que esas personas pongan los pies en el suelo y que vean con claridad que su proyecto no es viable. Tratamos de evitar que se peguen la bofetada, perdiendo tiempo y dinero", asegura.
Díaz Bermejo explica además que en los últimos tiempos, está surgiendo un nuevo perfil de personas jóvenes, con buena cualificación profesional, que tienen proyectos de negocio muy interesante y muy viable y que sólo les falta dar ese salto al emprendimiento.
"Sólo les falta ese pequeño empujón y ese asesoramiento a veces muy necesario, para conseguir financiación. También son frecuentes los casos de jóvenes que pretenden continuar con los negocios caducos que heredan de sus padres y a los que pretenden relanzar", concluye.
