El Gobierno asturiano propone conservar más allá de esa fecha las subvenciones para garantizar el futuro de un sector estratégico.
"El coste de la desaparición de la industria del carbón que se plantea sería superior al coste de su mantenimiento", apunta.
OVIEDO, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Gobierno del Principado de Asturias acordó este miércoles mostrar su "rechazo total" y "disconformidad" a la propuesta de la Comisión Europea de prorrogar hasta el 15 de octubre de 2014 las ayudas públicas al carbón. El escrito se remitirá al Ministerio de Industria de España y a la Comisión Europea.
Según explicó en rueda de prensa la consejera de Administraciones Públicas y Portavoz del Gobierno, Ana Rosa Migoya, el Ejecutivo autonómico propone conservar más allá de esa fecha las subvenciones para garantizar el futuro de un sector estratégico.
La propuesta anunciada este martes por la Comisión Europea supone prorrogar hasta 2014 las ayudas públicas al carbón, que expiraban a finales de 2010, pero "supeditando cualquier nueva subvención a funcionamiento a que se presente un plan de cierre para las minas deficitarias, que se sitúan principalmente en el norte de España, Alemania y Rumanía".
Al respecto, el Gobierno del Principado se opone al "cierre de las minas de carbón no competitivas a partir del 15 de octubre del año 2014". De este modo, el acuerdo adoptado por el Consejo de Gobierno es de "rechazo total" a esa propuesta de reglamento y que establece el fin de las ayudas estatales a la minería del carbón no competitiva antes de esa fecha.
"Remitiremos este acuerdo al Consejo de Comisarios y al Ministerio de Industria, que está basado en la posición de defensa del sector que ha hecho el Gobierno en numerosas ocasiones", destacó Migoya.
Asimismo, argumentó que el sector de la minería debe ser considerado "estratégico" y establecerse una garantía de "un mínimo de independencia energética, que aconseja el mantenimiento de una estrategia de acceso a reservas de carbón autóctono". "Entendemos que para seguir manteniendo una posición de liderazgo tecnológico es necesario tener una mínima capacidad de producción propia, que también modula las fluctuaciones de precios del mercado", añadió.
Del mismo modo, Ana Rosa Migoya dijo que "la dimensión del sector del carbón no puede reducirse por debajo de un volumen, porque sino realmente no se podría mantener un sector con el valor estratégico que garantice el acceso a esas reservas".
La portavoz del Gobierno asturiano remarcó que "la importancia socio-económica que tiene la industria minera y energética del carbón es capital para las comarcas mineras y plantea una capacidad de arrastre determinante de otros sectores económicos".
"Las ayudas que recibe el sector son claramente revertidas al erario público por diversas vías fiscales y sociales, y el coste de la desaparición de la industria del carbón que se plantea sería superior al coste de su mantenimiento", concluyó.
