OVIEDO, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
El acusado de asesinar a la joven Elena Hevia en el domicilio de éste el 22 de agosto de 2005 negó, en el primer día de juicio que se celebró hoy en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, ser el autor de los hechos y declaró que cuando llegó a su domicilio se encontró a "la mujer a la que amaba, salvajemente degollada". "Al verlo me volví loco y no podía ni hablar", añadió.
El tinerfeño Eduardo Paolo González declaró durante dos horas ante el juez Manuel Avello y ante los nueve miembros que componen el jurado popular a las preguntas de la fiscalía, del abogado del estado, de la letrada de la acusación particular y de su abogado.
El acusado cambió por tercera vez su declaración y manifestó que había quedado con la fallecida a las 23.00 horas en su casa porque ella quería darle un regalo por su cumpleaños. Manifestó que desde las 20.00 horas estuvo tomando una botella de vino en dos bares de la Plaza Porlier de Oviedo y que había consumido dos cajas de 'dormidina' para conciliar el sueño, debido a que su trabajo de guardia de seguridad nocturno "le cambiaba el horario de sueño".
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