La Confederación Hidrográfica del Cantábrico continúa libre del mejillón cebra, según los últimos muestreos

Actualizado: jueves, 22 octubre 2009 16:36

SANTANDER, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) se mantiene libre de la presencia de larvas de mejillón cebra. Así lo constatan los resultados de los últimos muestreos realizados este mes, según informó hoy la CHC en nota de prensa.

Desde el año 2006 la Confederación Hidrográfica del Cantábrico viene desarrollando una serie de actuaciones en relación con la especie invasora conocida comúnmente como mejillón cebra (Dreissena polymorpha).

Igualmente, se está realizando un tratamiento particularizado sobre las distintas especies invasoras que amenazan los cauces, lo que ha dado lugar a la generación de documentación específica en la materia y diversos encuentros con las administraciones afectadas para coordinar las actuaciones, así como el desarrollo de distintas actuaciones de erradicación.

En lo que respecta al mejillón cebra, el conjunto de actuaciones desarrolladas en los últimos años ha incluido, por ejemplo, la monitorización de las masas de agua de la demarcación; la creación de la estación de filtrado en el embalse del Ebro; la modificación de las autorizaciones de navegación; la generación de material divulgativo sobre el mejillón cebra; la formación de la guardería fluvial; y la participación en comisiones de seguimiento.

La inversión de todas estas actuaciones desarrolladas hasta el momento ha sumado un total de 5 millones de euros.

Según recordó la CHC, el mejillón cebra es la principal amenaza biológica de las cuencas fluviales españolas y una de las especies más dañinas del mundo. Es un molusco bivalbo fácilmente indentificable por las bandas claras y oscuras de su concha, que dan origen a su nombre común.

La primera detección de esta especie en España fue en 2001, en el Bajo Ebro. Actualmente se puede detectar en las cuencas del Ebro, Júcar y Segura y ocasiona millonarias pérdidas para las infraestructuras hidráulicas, además de consecuencias desastrosas para las especies propias de estas cuencas.

Por su extraordinaria capacidad de adaptación y de reproducción, la prevención es la principal arma para evitar en lo posible la introducción de esta especie en los ríos del Norte, actualmente libres de esta amenaza.

El mejillón cebra tiene una vida media de tres años y las hembras pueden producir un millón de huevos al año en condiciones aceptables. Su presencia obtura tuberías, contamina las aguas; inutiliza zonas de baño; y moviliza importantes recursos económicos para evitar su propagación.