Diego afirma que el jubileo lebaniego es "un gran valor" que Cantabria ha de aprovechar "en todos los sentidos"

Misa de clausura del 500 aniversario de la Bula Papal
GOBIERNO DE CANTABRIA
Actualizado: viernes, 14 septiembre 2012 19:51

El nuncio de Su Santidad en España confía en que los actos celebrados hayan dejado en los fieles "el compromiso de una fe renovada"


SANTANDER, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -

El jubileo lebaniego y la presencia del Lignum Crucis en Santo Toribio de Liébana, que lo convierte en uno de los cuatro puntos de peregrinación del cristianismo, es, para el presidente Diego "un gran valor en todos los sentidos" que Cantabria ha de "seguir aprovechando" en el ámbito "religioso, cultural, turístico y, por tanto, económico".

Tras asistir a la misa de clausura del 500 aniversario de la concesión de la Bula del Papa Julio II que posibilitó la celebración del Jubileo en el Monasterio de Santo Toribio de Liébana, Diego ha opinado que, "efectivamente, la comarca de Liébana ha sabido sacar provecho" de ello "en todos los sentidos, aglutinando la presencia del Lignum Crucis, el Monasterio y el patrimonio natural de la comarca, según ha informado en un comunicado el Ejecutivo regional.

"COMPROMISO DE FE RENOVADA"

La misa, celebrada en el monasterio de Santo Toribio de Liébana, ha sido presidida por el nuncio apostólico de Su Santidad en España, Renzo Fratini, quien ha deseado que la conmemoración lebaniega que este viernes ha quedado clausurada "deje en cada uno de los sacerdotes y fieles de la Diócesis el compromiso de una fe renovada".

Además, ha confiado en que los actos celebrados hayan generado "el deseo de abrir siempre nuestro corazón al amor de Cristo" que --ha continuado-- desde su cruz "asegura su presencia en los momentos de gozo y de sufrimiento" de la vida de las personas.

En su homilia, Fratini ha recordado las palabras del predecesor del Papa Benedicto XVI, el beato Juan Pablo II, en las que aseguraba que "en la Cruz se encuentran la miseria del hombre y la misericordia de Dios" y defendía que adorar esta "misericordia ilimitada" era para el hombre "el único modo de abrirse al Misterio que la Cruz revela".

"Contemplando pues este profundo abismo de misericordia digamos hoy hermanos desde lo profundo de nuestro corazón: extiende por el mundo tu reino de caridad", ha continuado Fratini.

El nuncio presentó a la Cruz de Cristo como el "signo del amor infinito de Dios" a la "Humanidad entera", según ha informado en un comunicado el Obispado de Santander.

En el monasterio que alberga desde el siglo VIII la reliquia del Lignum Crucis, el mayor fragmento de la Cruz de Cristo que se conserva en el mundo, Fratini ha subrayado que "Jesús llevó siempre la cruz en su corazón" y ha afirmado que "la amó como misterioso designio del Padre".

Por su parte, el obispo de Santander, monseñor Jiménez Zamora, ha destacado que este período de conmemoración de los 500 años de la Bula Papal ha sido un "tiempo particular de gracia y de bendición" para la Diócesis de la capital cántabra.

Ha añadido que estos meses han sido un "tiempo de renovación" de la Diócesis y, como consecuencia, de la sociedad cántabra, resaltando el "movimiento espiritual, religioso, social y cultural" que ha ocasionado.

A su juicio, este tiempo ha servido también de preparación para celebrar, a partir del próximo 11 de octubre, el 'Año de la fe' que ha convocado el Papa Benedicto XVI.

En su opinión, ha sido un tiempo que ha propiciado "un encuentro personal y comunitario con Cristo", a través de la sagrada reliquia del Lignum Crucis.

ASISTENTES

La ceremonia ha contado con la asistencia del consejero de Educación, Cultura y Deporte, Miguel Ángel Serna, y los alcaldes de la comarca de Liébana, entre otras autoridades.

Como autoridades religiosas, además de Fratini y Jiménez Zamora han estado presentes el arzobispo de Valencia, el cántabro Carlos Osoro; así como José Vilaplana, que fue obispo de Santander hasta 2006 y es el actual prelado de Huelva.

También han acudido los prelados de tres de las cuatro diócesis que forman la provincia eclesiástica de Oviedo, a la que pertenece la de Santander, además del obispo de Astorga, Camilo Lorenzo, y el de León, Julián López.

Asimismo, a esta misa de cierre han acudido los seis vicarios episcopales de la Diócesis de Santander, encabezados por el vicario general, Manuel Herrero, acompañados por numerosos sacerdotes del clero diocesano, entre ellos, los que atienden la comarca de Liébana.

500 AÑOS DE LA BULA PAPAL

La conmemoración jubilar lebaniega por los 500 años de la Bula papal se ha celebrado entre el 15 de abril y este viernes, 14 de septiembre, y la clausura se ha hecho coincidir con la fiesta de la Santa Cruz que celebra la localidad de Potes y todos los fieles de Valle de Liébana.

Este acontecimiento, declarado de Interés Turístico Regional en 1993, es una de las celebraciones más populares que tienen lugar en Cantabria.

Desde 1900, en torno al motivo religioso ha ido surgiendo una fiesta popular que, cada 14 de septiembre, celebra aspectos artísticos, culturales y gastronómicos de la comarca lebaniega.

Santo Toribio de Liébana acoge la reliquia del Lignum Crucis, el mayor fragmento de la Cruz de Cristo que se conserva en el mundo, desde que fuera llevada allí por Santo Toribio de Astorga en el siglo VIII para protegerla de la invasión árabe.

Junto con Jerusalén, Roma y Santiago de Compostela, son los lugares históricos del mundo donde se gana el jubileo. Aunque la Bula del Papa Julio II se concedió el 23 de septiembre de 1512 hay constancia de que el jubileo lebaniego se celebra ya desde tiempo inmemorial en el Monasterio.