CANTABRIA.-(AMP) El personal sanitario público de Cantabria sufrió 88 agresiones en 2013, el 91% verbales

Presentación del Plan de Prevención y Atención de los Incidentes Violentos
GOBIERNO
Actualizado: martes, 18 marzo 2014 14:29

El Gobierno pone en marcha un Plan de Prevención y Atención ante los Incidentes Violentos en el ámbito sanitario público

SANTANDER, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -

El personal del Servicio Cántabro de Salud (SCS) sufrió un total de 88 agresiones en 2013, de las que el 91 por ciento fueron verbales, por amenazas e insultos, mientras que el 9 por ciento fueron físicas, según balance provisional de incidentes violentos en la sanidad pública de Cantabria.

El 41% de estos incidentes (37) se produjeron en Atención Primaria, el 26,3% (26) en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, el 15% (13) en el hospital de Laredo y el 14% (12) en el de Sierrallana.

A pesar de las 88 agresiones denunciadas por los trabajadores, éstas se han reducido un 25% respecto a 2012, año en el que se registraron 110 incidentes violentos en los diferentes servicios de atención del SCS, duplicando los acontecidos en 2011 (52).

La consejera de Sanidad y Servicios Sociales, María José Sáenz de Buruaga, ha dado a conocer estos datos en una rueda de prensa en la que ha presentado el 'Plan de Prevención y Atención ante Incidentes Violentos en el Ámbito Sanitario Público de Cantabria', que el Ejecutivo ha puesto en marcha en colaboración con los colegios profesionales de Enfermería y Médicos.

Precisamente, estos dos colectivos encabezan las agresiones denunciadas por el personal sanitario en 2013 con un 44,5 (37) y un 30% (25), respectivamente. Tras ellos, se encuentran los auxiliares de enfermería, que padecieron 20 agresiones (14%), y los celadores y otros trabajadores, con cinco (2,4%).

En cuanto a las ocho agresiones físicas registradas, cuatro se produjeron en Urgencias, tres en Hospitalización y una en consultas y tuvieron lugar en los hospitales de Valdecilla (5), Sierrallana (2) y Laredo (1). Además, cinco de estas ocho agresiones las sufrieron enfermeros y auxiliares.

PLAN DE PREVENCIÓN Y ATENCIÓN

Aunque las evaluación de riesgos indica que en las áreas asistenciales de Cantabria hay una "probabilidad baja" de que ocurran este tipo de incidentes, la consejera ha ensalzado que el Gobierno pone en marcha un Plan de Prevención y Atención para promover la "tolerancia cero" contra esta "lacra" y lograr que el nivel de riesgo sea "mínimo" para los profesionales.

Este Plan, en el que la Consejería de Sanidad y los colegios de Enfermería y Médicos han estado trabajando más de dos años, cumple con el "compromiso político" sellado por el Gobierno con ambos colectivos para "la lucha contra estas injustas agresiones", ha indicado Sáenz de Buruaga.

Los objetivos de este Plan son que los profesionales conozcan y utilicen las herramientas para prevenir y actuar en caso de un incidente violento; y que los sistemas y protocolos de prevención, protección y actuación funcionen adecuadamente para que los profesionales puedan desempeñar su trabajo con eficacia y en un entorno seguro.

Este plan también va a garantizar a los profesionales afectados la asistencia que precisen tanto sanitaria como jurídica; y reducir la conflictividad y mejorar la calidad de la asistencia. Asimismo, el documento contiene medidas de conciliación laboral, de forma que la persona agredida no se vea obligada a volver a atender al agresor.

En el marco de esos objetivos que conforman un "plan integral y coordinado", Sanidad pondrá en marcha una serie de medidas preventivas, comenzando por la información y concienciación de los profesionales sanitarios sobre los factores de riesgo de estos incidentes y las medidas de control de los mismo.

Además, se contempla la adecuación de las infraestructuras e inmuebles del SCS según los riesgos específicos detectados en los mismos.

En este sentido, la consejera ha apuntado que un tercio de los centros de salud de la comunidad disponen actualmente de un sistema de alerta que permite al profesional que está siendo objeto de un incidente violento activar una llamada de ayuda al resto de profesionales del centro a través de un icono del ordenador que actúa a modo de botón de alarma.

Mientras que, según ha señalado, en la atención a domicilio, los profesionales pueden solicitar el acompañamiento de la policía local o de la Guardia Civil cuando la visita implique un riesgo de especial entidad.

SE ELABORARÁ UN REGISTRO

El 'Plan de Prevención y Atención ante Incidentes Violentos en el Ámbito Sanitario Público de Cantabria' también establece mecanismos para conocer en todo momento la situación real de este problema y así poder actuar en consecuencia.

Entre esos mecanismo, Sáenz de Buruaga ha destacado la creación de un Registro de Incidentes de Violencia en el Trabajo Sanitario, la puesta en marcha de una Comisión que analice periódicamente la situación y la elaboración de un mapa de riesgos.

El Registro centralizará todas las notificaciones de incidentes de violencia en el trabajo realizadas por los trabajadores del SCS, no obstante también podrá recoger las agresiones denunciadas en el ámbito de sanidad privada que hayan sido recogidos por los colegios profesionales.

La Comisión, formada por personal de la Consejería, el SCS, los servicios de prevención de riesgos laborales, sindicatos y colegios profesionales, deberá actualizar periódicamente el mapa de riesgos en base a los datos de ese registro.

Este ente también se encargará de estudiar los casos de particular entidad por sus características y asesorará y asistirá al personal afectado.

EL PLAN DEBE DE SER "VIVO"

En la presentación de este Plan, también han estado presentes el director gerente del SCS, Carlos León; y los presidentes de los colegios profesionales de Médicos y Enfermería, Tomás Cobo y Rocío Cardeñoso, respectivamente.

Estos últimos han manifestado su "satisfacción" por la puesta en marcha de este plan, que contempla la realización de talleres y seminarios formativos para los profesionales, pero han considerado que éste debe de ser "vivo", es decir, que se vaya "adaptando a las deficiencias que se vayan detectando".