El pianista Eldar Nebolsin interpreta mañana 'Wandererfantasie' (El Caminante) de Schubert en el Palacio de Festivales

Piano
ENCUENTRO DE MÚSICA Y ACADEMIA
Actualizado: martes, 9 julio 2013 20:59

La Sala Argenta comienza su ciclo de grandes citas del XIII Encuentro de Música y Academia


SANTANDER, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -

El pianista Eldar Nebolsin interpreta este miércoles a 'Wandererfantasie' (El Caminante) de Schubert en la Sala Argenta del Palacio de Festivales de Santander, con motivo del inicio del ciclo de grandes citas en el XIII Encuentro de Música y Academia que organiza la Fundación Albéniz.

El Cuarteo Arte abrirá la noche interpretando 'La broma' de Haydn, y el cuarteto de cuerda núm.11 en fa menor op. 122 de Shostakovich. También se verá sobre el escenario al Zorik Tatevosyan (1980 Ereván, Armenia) tocando su violín Tomaso Eberle, original de 1772, junto a la joven pianista Silvia Tessari con quien interpretará una Fantasía para violín y piano en do mayor op 159 D 934 de Shubert.

El colofón de la velada correrá a cargo de Eldar Nebolsin (1974 Taskent, Uzbekistán) quien comenzó los estudios de piano a los cinco años con Natalia Wasinkina. A los doce ganó el Concurso Jóvenes Pianistas Rusos, que se celebra en Tiflis, y el Radio Concertino Praga a los catorce años. Estudió en la Escuela Superior de Música Reina Sofía, con el profesor Dimitri Bashkirov desde el año 1991 hasta 1994.

Su carrera internacional comenzó en 1992 después de su triunfo en el XI Concurso Internacional de Piano de Santander Paloma O'Shea, donde, con tan solo 17 años, obtuvo el Gran Premio y el premio por la mejor interpretación de un concierto para piano de Mozart.

En Santander Nebolsin interpretará una obra muy simbólica de Schubert. Se trata de una pieza está hecha a base de una canción popular que se llama igual 'Wandererfantasie' (El Caminante), y basada toda ella en una nota: el do mayor, a partir de la cual se desarrolla toda la fantasía.

Eldar Nebolsin confiesa que es una de las obras más complicadas para piano y recuerda que es tal la complejidad que hasta el propio Schubert no la consiguió completar hasta el final, cuando un día quiso interpretar "Wandererfantasie" a sus amigos y en mitad de la obra, se levantó y dijo "que la toque el diablo".

Esta obra lleva acompañando a Nebolsin durante años en su carrera, pero tal y como reconoce "tiene vida propia, y cada vez que la interpreta le enseña algo nuevo".