Los sindicatos del sector público de Cantabria se reunirán el 7 de septiembre para trazar el nuevo calendario de movilizaciones
SANTANDER, 31 Ago. (EUROPA PRESS) -
Unos 300 empleados públicos de las administraciones central, regional y local se han manifestado este viernes en Santander contra los recortes, cortando la calle Calvo Sotelo, desde la Delegación del Gobierno en Cantabria hasta la Plaza del Ayuntamiento.
La protesta, que se lleva a cabo todos los viernes, ha estado encabezada por la pancarta 'Quieren arruinar el país. Hay que impedirlo, somos más', en la que también se anunciaba la manifestación nacional de todas las plataformas de los Servicios Públicos, que tendrá lugar el 15 de septiembre en Madrid.
El secretario general de la Federación de Servicios Públicos de UGT, Juan Carlos Saavedra, ha anunciado, en declaraciones a Europa Press, que los sindicatos del sector público de Cantabria ya tienen programada una reunión para el 7 de septiembre, en la que van a "trazar el nuevo calendario de movilizaciones".
Y es que Saavedra ha asegurado que "las movilizaciones seguirán" hasta que los sindicatos conozcan "cuál es el borrador de los Presupuestos Generales del Estado", ya que creen que éste tendrá "un nuevo paquete de medidas ocultas para toda la ciudadanía, incluidos los empleados públicos". "No nos fiamos de este Gobierno", ha apostillado.
Por su parte, el secretario general de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CC.OO., Javier Báscones, ha hecho hincapié en la próxima manifestación nacional, que los sindicatos esperan que "sea un éxito" y que "haga recapacitar al Gobierno" para que "no sólo fije las medidas en los recortes sino también en crear empleo, sobre todo para los jóvenes".
Además, Báscones ha instado al Gobierno del Estado a que "dé alguna alternativa en materia de empleo, que es lo fundamental,", y a las administraciones públicas a que "sean un motor y no una rémora en el incremento del paro".
También ha criticado que los sindicatos han solicitado reuniones con el Gobierno regional para mantener un contacto que, según Báscones, "ya tendríamos que haberlo tenido". La misma situación enfrentan los sindicatos a nivel nacional, donde esperan "sin muchas esperanzas" a que "en septiembre se abran las mesas de negociación".
