Administración concursal de GFB ve un "problema de confianza" con Fermacell y pide implicación del Gobierno

Una multinacional franco-alemana, Sebastián Tena y un acreedor podrían presentar ofertas a la fábrica de Orejo

Administradores Concursales De GFB
EUROPA PRESS
Europa Press Cantabria
Actualizado: lunes, 26 marzo 2012 16:05

SANTANDER, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -

La administración concursal de GFB ve un "problema de confianza" en el anuncio del grupo alemán Fermacell de no ofertar para la fábrica de Orejo, entre otras razones porque no encuentra una "base sólida" para sus planes de expansión en Cantabria. En este sentido, los administradores han pedido la implicación del Gobierno regional, que en su opinión, debería hacer "un esfuerzo importante" para conseguirlo.

Con todo, para los administradores concursales se trata de un problema de "confianza mutua" que ambas partes deberían de garantizar, ya que "el Gobierno no tiene confianza en la multinacional y puede que Fermacell, que no pide ayuda ni financiación, no tenga confianza de que el Gobierno no le va a poner ningún obstáculo".

En este sentido, han anunciado que esta semana se reunirán con todas las partes, incluida Fermacell y el Gobierno de Cantabria, y van a "intentar" que el grupo alemán reconsidere su decisión porque, a su juicio, debería participar en el proceso "sí o sí", ya que "no hay ninguna pega sustancial para que no vayan a venir", además de que sería "irracional" que la firma no se decantara por fábrica de Orejo, mucho más barata que la opción de Polonia, que implica una inversión de 40 millones.

No obstante, a la administración concursal han llegado "rumores" de que hay otras empresas interesadas en participar en el proceso, incluida una multinacional "un poco de Alemania, un poco de Francia, o que pueden venir juntas", aunque ha reconocido que esta oferta está "muy verde porque quedan muy pocos días". Otros interesados serían el propio socio mayoritario de GFB, Sebastián Tena, y un acreedor.

Sin embargo, los administradores han reconocido que han "tenido encima el fantasma" del "complot" de que Fermacell no quisiera comprar la fábrica. "En lo personal nos han trasladado confianza pero las multinacionales no tienen alma", han apuntado, por lo que no descartan que incluso se compre GFB para cerrarse.

Pero frente al interés de no abrir la fábrica está "el que venga uno, la coja y los demás se queden fuera". Y es que aunque hasta el momento "nadie se había preocupado" por GFB, ahora "hay movimientos; débiles, pero los hay".

Lo que sucede es que el plazo para presentar ofertas, que se abrirá esta semana, es de sólo diez días, con lo que o las empresas "lo tienen muy estudiado y son del sector o puede que no venga nadie".

Y es que, según han manifestado en rueda de prensa los administradores concursales, Manuel de Lafuente y Juan Carlos Sánchez Girón, "la viabilidad no es el problema" de una empresa que podría estar en marcha en seis meses y con una inversión inicial de entre cuatro y cinco millones de euros. De hecho, todos los planes de viabilidad dicen que se gana dinero con GFB.

La administración ha asegurado que ha hecho "lo imposible" para llegar a un acuerdo con Fermacell, que presentó una oferta por GFB hace más de un año, pero hubo "discrepancias" en el precio, 14,5 millones, "insuficiente" a su juicio (pero que luego ha servido de base como oferta mínima unida al compromiso de iniciar la actividad) y en el procedimiento, que la alemana pretendía que fuera por adjudicación directa, lo que "no cabe" en un proceso concursal.

De ahí que los administradores piensen que haya tenido un efecto "más publicitario que práctico" el comunicado que difundió el jueves Fermacell, precisamente el día que se dio a conocer el auto en el que se fijan las reglas de liquidación de GFB, y que ellos no han recibido, como tampoco se les ha notificado oficialmente que Fermacell no vaya a participar en el procedimiento.

En este sentido, han señalado que el comunicado no se refiere al plan aprobado por la jueza porque es anterior a la lectura del auto, con lo que la empresa no conoce las modificaciones de garantías que ha introducido y que "no son tan exigentes" como las que inicialmente propuso la administración concursal.

También han variado las condiciones del procedimiento, que no es una subasta pública sino "un concurso ante una notaría que valora distintas ofertas". Por eso han subrayado que la venta directa "se va a producir pero dentro de ese procedimiento", además de que la empresa conocía la ley concursal y que el 29 de febrero, fecha en la expiraba su propuesta, no se había abierto el proceso de liquidación, que ha sido "extraordinariamente rápido" (menos de dos meses), en respuesta a la "urgencia" que requería la firma alemana.

"Si alguien no puede pagar 30.000 euros para hacer la oferta y cinco millones de fianza, entendemos que no es una oferta razonable", ha declarado los administradores, asegurando que estas condiciones no son "un gran obstáculo" para hacerse con GFB. Por eso han insistido en que la propuesta de Fermacell era "probablemente un estrategia", una "nueva vuelta de tuerca para presionar a todos".

"Quizá motivado por su poder de multinacionales quieren poner sus condiciones pero ahí chocan con la ley concursal. 'Somos los únicos, somos los mejores'... Si tan buenos son, sólo tienen que entrar al plan de liquidación y garantizar su oferta. ¿Cuál es el problema para esa garantía mínima de cinco millones en seis meses? ¿Es prepotencia o qué debemos entender?", se han preguntado

APOYO DEL GOBIERNO

Por otra parte, tras matizar que han colaborado "codo con codo" con Sodercan para sacar adelante el proyecto, han subrayado que su deber es buscar la mejor solución para los acreedores y su compatibilidad con el inicio de la actividad y la creación de empleo, pero "no podemos pasar de ahí", por lo que la afirmación de Fermacell de que no encuentra "bases sólidas" en Cantabria, aunque "preocupa" a los administradores, no les corresponde a ellos sino al Gobierno.

"El planteamiento es que no tienen confianza y no sabemos en qué. Por eso vamos a preguntarles cuál es el problema", aunque suponen que la respuesta "escapa" de su "mandato".

En este sentido, Manuel de Lafuente, que ha insistido en la "necesaria y correcta separación de poderes", ha considerado que "no tendría que haber dudas" para una multinacional que puede crear entre 60 y 240 puestos de trabajo, además de sus repercusiones sobre la industria auxiliar. "Es una oportunidad única para el desarrollo industrial de Cantabria y eso no nos corresponde a nosotros. Pero hay que hacer un esfuerzo importante para conseguir que venga la oferta", ha remarcado.

Al respecto, Sánchez Girón ha matizado que "puede ser la oportunidad de oro si lo es", y por eso ha subrayado la necesidad de garantizar "el proyecto de Fermacell o de cualquier otro". "La oportunidad tiene que garantizarse y me imagino que el Gobierno querrá conocer si esta oportunidad es real. Ahí está la clave: en la seguridad de que esa oportunidad se va a concretar".

Así, ha apuntado que mientras la empresa argumenta que no hay bases sólidas, desde Cantabria se exige a la multinacional una "garantía mínima" y esa "tozudez" de no aceptarla "también genera una desconfianza". Por ello ha insistido en que "la confianza hay que darla por las dos partes".

Sánchez Girón ha indicado que les "consta" que Fermacell ha mantenido contactos "del más alto nivel" con el Ejecutivo regional, del que "siempre ha recibido colaboración", por lo que, en su opinión, quizá lo que la alemana pretendía era "un plan de liquidación a su medida" y una adjudicación directa. "No depende del Gobierno pero todos podemos hacer algo más", ha dicho.

En este sentido, De Lafuente ha instado a "no ser miopes" y ponerse en el lugar de la multinacional, puesto que en Europa la ley concursal es una herramienta de reestructuración y no para proteger a los acreedores.

Por otra parte, los administradores han dicho que buscarán las "bases dudosas y quién es el responsable" durante la fase de culpabilidad, que es "una más del proceso".

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