Cinco y siete años de cárcel para los dos hombres que intentaron robar en la oficina de Correos de Piquío

Actualizado: martes, 17 diciembre 2013 22:35
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SANTANDER, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -

   El Juzgado de lo Penal número 2 de Santander ha condenado a casi siete y cinco años de cárcel a los dos autores del intento de robo a punta de pistola cometido en la oficina de Correos cercana a los Jardines de Piquío, en Santander, el pasado 8 de noviembre.

   En concreto, y según la sentencia, fechada el pasado 3 de diciembre y difundida este sábado, Juan Ignacio B.D. --de San Sebastián y con antecedentes penales computables en esta causa-- ha sido condenado a 6 años y diez meses de prisión, mientras que a Eduardo Francisco A.C., natural de Navarra, le han impuesto la pena de 5 años y dos meses por los delitos de robo con violencia e intimidación en grado de tentativa, tenencia ilícita de armas y atentado contra agente de la autoridad.

   Además, el primero deberá indemnizar con 750 euros al agente de la Policía Nacional por las lesiones y secuelas que sufrió tras abalanzarse sobre él para tratar de quitarle el arma, aunque otro compañero lo evitó al disparar al atracador en la pierna.

   De acuerdo con el fallo, dictado por el juez José Hoya Coromina un día después del juicio rápido -celebrado el pasado día 2 de diciembre- los hechos ocurrieron el 8 de noviembre en torno a las ocho de la tarde, cuando los dos hombres se dirigieron a la oficina de Correos de la calle Las Cruces de la capital cántabra.

   Tras colocarse un pasamontañas que les ocultaba toda la cara menos los ojos, entraron en su interior. Edurado Francisco A.E. esgrimió una pistola (Star, modelo I, de calibre 7,65 mm) que por su estado defectuoso no funcionaba, aunque tenía nueve cartuchos en el cargador, mientras que Juan Ignacio .B.D. sacó otra (MAB, modelo D, calibre 7,65 mm) que sí funcionaba y con cuatro cartuchos en perfecto estado.

   Con las mismas, amenazaron a las empleadas de la sucursal para que les entregaran todo el dinero de la recaudación. Tras dirigirse a la caja fuerte y vaciar los cajones, los dos hombres obtuvieron 1.775 euros. A continuación, maniataron y amordazaron a las dependientas con la intención de abandonar el local.

   Sin embargo, un cliente que había observado maniobras extrañas dentro de la oficina, había avisado a la Policía, de modo que cuando los dos asaltantes se percataron de la presencia de los agentes salieron precipitadamente con el objetivo de darse a la fuga.

   Cuando fueron requeridos por los efectivos para que se detuvieran, uno de los individuos, Eduardo Francisco A.E. encaró el arma hacia los policías, que tuvieron que efectuar disparos al aire intimidatorios. Finalmente, el hombre tropezó en la carrera con un peatón, cayó al suelo y fue inmovilizado, detenido y engrilletado por los agentes.

   Mientras, el otro acusado, Juan Ignacio B.D., también salió corriendo, pero detuvo su marcha al oír los disparos al aire que hicieron los agentes que le perseguían, aunque no se tiró al suelo como le ordenaban. Así, cuando dos de ellos le dieron alcance, se abalanzó sobre uno que le estaba apuntando con el arma para tratar de apoderase de ella. El otro policía le disparó la pierna, ya que intentaba sacarse de la cintura la pistola que llevaba para el atraco, de modo que también cayó al suelo y fue detenido.

   El dinero fue recuperado y las víctimas no sufrieron lesiones, mientras que el agente sobre el que se abalanzó uno de los hombres tuvo una lesión en el codo, de la que tardó en curar una semana y que le dejó como secuela una cicatriz de un centímetro.

DELITOS Y PENAS

   Ante estos hechos, el juez entiende que se han cometido los delitos de robo con intimidación, tenencia ilícita de armas -ninguno de los acusados poseía licencia para ningún tipo- y atentado a agentes de la autoridad.

   Así, por robo con violencia e intimidación impone a Eduardo Francisco A.E. dos años y dos meses de cárcel, y dos años a Juan Ignacio B.D, ya que si bien en ambos casos se aplica la agravante del disfraz, en este último no concurre la de reincidencia.

   También les impone 18 meses por tenencia ilícita de armas y otros tantos por atentado contra agente de la autoridad que, en el caso del segundo, esta última pena se eleva a tres años y cuatro meses, ya que lesionó a uno de los policías para tratar de quitarle el arma.

   La sentencia, que eleva a definitiva la prisión provisional acordada, no es firme de modo que se puede presentar recurso de apelación en el plazo de cinco días.

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