SANTANDER, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de lo Penal número 2 de Santander ha condenado 18 años y 8 meses de prisión a cuatro miembros de una banda organizada que entre abril y septiembre de 2012 robaron en siete viviendas de diferentes puntos de Cantabria, de las que sustrajeron dinero y objetos de valor por más de 32.000 euros.
En concreto, el magistrado impone a cada uno de ellos --tres naturales de Colombia y uno de Venezuela-- cuatro años por un delito continuado de robo en casa habitada y otros ocho meses por delito de hurto. Si bien, uno de ellos estaba en situación irregular en España por lo que le sustituye la pena por la expulsión del territorio nacional, al que no podrá regresar por un periodo de 10 años.
En la sentencia, con fecha de 10 de octubre de 2014 y a la que ha tenido acceso Europa Press, también se les condena a pagar unos 20.000 euros en indemnizaciones a varios propetarios de las viviendas atracadas y que no recuperaron sus bienes y, además, se condena a un hombre que recepcionó una parte del material sustraído a un año de prisión.
En el fallo, el juez considera probado que estas cuatro personas --tres de ellas naturales de Colombia y una de Venezuela-- "acordaron colaborar en la comisión de numerosas sustracciones en viviendas" de la región.
Para ello, indica que "todo junto o separadamente, pero siempre de acuerdo, realizaban vigilancias o merodeaban por distintos barrios y urbanizaciones donde, tras comprobar la ausencia de moradores, algunos de ellos accedían al interior de las viviendas por distintos medios".
Una vez en el interior, "se apoderaban de joyas, dinero en efectivo y otros objetos", mientras que los demás "esperaban fuera para huir, repartiéndose luego el dinero y los objetos sustraídos", que "usaban para sí mismos o vendían a terceros lucrándose conjuntamente".
ROBOS COMETIDOS
Estas cuatro personas fueron detenidas el 27 de septiembre de 2012 cuando circulaban en un vehículo por la autovía A-8 tras haber cometido un robo en una vivienda de Liendo, donde robaron relojes, joyas y otros objetos por valor de más de 2.300 euros y que fueron devueltos a sus propietarios.
Este fue el último robo que cometieron antes de ser detenidos e ingresar en prisión, aunque uno de ellos quedó en libertad tras abonar una fianza. Pero sus prácticas comenzaron el 16 de abril de ese año cuando, tras romper una verja y una ventana, entraron en una casa de Rubayo llevándose 2.800 euros en joyas y 12.000 en efectivo.
Tras este robo con fuerza y apenas 20 días después (5 de junio), la banda robó en una vivienda de Santoña de la que sustrajeron 1.100 euros en efectivos y muchos otros objetos que no han sido tasados como dos portátil, un Ipad, un móvil, joyas y una cámara de fotos.
Su siguiente golpe fue en Castro Urdiales (28 de junio), donde violentaron la cerradura de una casa y se llevaron relojes y joyas por valor de 2.250 euros, 750 euros en metálico y gafas de sol, teléfonos móviles, una cámara de fotos y un portátil.
Después, se trasladaron a Guriezo donde el 16 de julio desencajaron la ventana de una vivienda y, una vez dentro, se hicieron con tres relojes y joyas por valor de 1.235 euros, un ordenador portátil y 40 euros en efectivo. Este ordenador portátil es el que luego vendieron y a cuyo comprador se ha condenado a un año de cárcel por un delito de receptación.
Casi un mes más tarde, el 9 de agosto, se dirigieron a La Cavada, donde apalancaron la puerta del balcón de una casa en la que se apoderaron de relojes y joyas tasados en 6.700 euros, dos cámaras de fotos y 600 euros.
El 13 de septiembre robaron en una vivienda de San Cibrián a la que accedieron tras romper una ventana del baño y donde sustrajeron un reloj, bisutería y joyas por valor de 1.890 euros. Tras este robo, cometieron el de Liendo tras el cual fueron interceptados por la Guardia Civil.